Receta,  Dificultad: 3,  Legumbres,  Verduras y hortalizas

Lentejas pardinas o francesillas con boniato, verduras varias, morcilla y chorizo asturianos, con un toque de cayena y chocolate negro

© El Platillo Comilón

 

INGREDIENTES: (para 4 personas)

 

  • 2 vasos de lentejas pardinas pequeñas
  • Un chorizo asturiano
  • Una morcilla asturiana
  • Un pimiento verde de los finos
  • Una cebolla y media no muy grande
  • Una cabeza de ajos
  • Un puerro
  • Un boniato grande
  • 2-3 patatas de guarnición
  • 2 zanahorias grandes
  • Unos cogollos de coliflor
  • Un puñado de tiras de pimientos rojos asados
  • Un tomate maduro
  • Una cucharadita colmada de pimentón dulce de la Vera
  • Media cucharadita de cayena molida
  • 2 onzas de chocolate negro con un 80% de cacao
  • Una hoja de laurel
  • Una copita de coñac
  • Agua
  • Aceite de oliva
  • Sal

 

 

ELABORACIÓN:

 

“Estas son lentejas, si quieres las tomas y si no las dejas.”

 

     

     ¡Cuántas veces habremos escuchado esta frase de boca de nuestras madres y/o abuelas! Pero… ¿os habéis preguntado de dónde viene? Pues parece ser que de una zarzuela, cuya protagonista, en un ataque de puro feminismo, le dice a su marido dicha expresión. Como bien sabéis, la zarzuela es una forma de música teatral o género musical escénico surgido en España, allá por el año 1657, escrita por primera vez por puño y letra de Calderón de la Barca. Se distingue principalmente por contener partes instrumentales, partes vocales (solos, dúos, coros…) y partes habladas, aunque existen excepciones en las que estas últimas están completamente ausentes. El término «zarzuela», aplicado al género musical y teatral, procede del Palacio de la Zarzuela, palacio real español situado en las proximidades de Madrid, España, y en el que se hallaba el teatro que albergó las primeras representaciones de dicho género.

 

     La zarzuela a la que hacemos referencia dice así:

 

Las lentejas

(Tolbaños de Arriba: pueblo situado en la provincia de Burgos, España)

 

Ayer me casé y no sé por qué

me «paice» que «hay» hecho la suerte

mi esposo Gaspar me «quié» dominar

pues dice que es el sexo fuerte.

 

Yo digo que no y re que te no

por nada del mundo me asusto

pues soy la mujer y debo de hacer

en todo sentido mi gusto.

 

Mi esposo Gaspar le ha ido a contar

le ha ido a contar el caso a su madre sin duda

la pobre mujer me ha venido a ver

me ha dicho que soy muy tozuda

 

El como ha «llegao» y se ha «incomodao»

le ha «armao» una buena disputa

ladrón le he llamao y él muy acalorao

me ha dicho que soy una bruta.

 

Estribillo:

Hoy al mediodía le puse lentejas

y al ver que gruñía y arqueaba las cejas

Le dije burlona: estas son lentejas

si las «quies» las tomas y si no las dejas.

 

NOTA

La transcripción musical ha sido realizada por Ramón Marijuán Adrián,

componente del grupo Yesca, de canción popular castellana.

 

BIBLIOGRAFÍA

– Antonio LÓPEZ GÓMEZ: Revista de Estudios Geográficos.

Madrid, 1951. «El colectivismo agrario en el Valle de Valdelaguna».

 

– Antonio LÓPEZ GÓMEZ: Revista de Estudios Geográficos.

Madrid, 1951. «La trashumancia en Valdelaguna».

 

     Las lentejas pertenecen al grupo de las legumbres. Crecen en una vaina, igual que las habas o los guisantes, y llegan a nuestros mercados deshidratadas o secas. Contienen grandes cantidades de fibra saludable, lo que favorece el tránsito intestinal y la disminución del colesterol entre otros. A parte de la variedad de vitaminas que presentan, contienen hidratos de carbono, ácido fólico, hierro, etc.

 

     La receta que os presentamos hoy la vamos a elaborar con lentejas pardinas, conocidas también como pardiñas o francesillas. Este tipo de lenteja se caracteriza por su pequeño tamaño, por su albumen de color amarillo y por su exterior, de aspecto terroso de color marrón rojizo, con la presencia de pequeños puntos negros. Tras la cocción de este tipo de lenteja, el hollejo sigue adherido a la misma, se mantiene prácticamente entera, lo que la hace ser muy apropiada para la elaboración de ensaladas, por ejemplo, con algún tipo de pasta, guisos y estofados. Es una de las más utilizadas.

 

 

     El sabor, textura y aroma de la receta que os presentamos hoy no dejará indiferente a nadie. ¡Quedan deliciosas! ¿Acompañamos al Sr. Comilón a la cocina para cocinar estas lentejas pardinas o francesillas con boniato, verduras varias, morcilla y chorizo asturianos, con un toque de cayena y chocolate negro?

 

   La lenteja es una legumbre que no necesita ser remojada para ser hidratada, como ocurre por ejemplo con las alubias o garbanzos. Su tiempo de cocción es muy corto y las podemos preparar en “un santiamén”. Antes de echarlas a cocer, debemos desmotarlas, retirar aquellas que estén deshollejadas, es decir, que estén sin hollejo o las que se encuentren rotas, lavarlas para retirar los posibles restos de polvo y/o tierra que puedan tener y dejarlas escurrir. Para 4 personas, con dos vasos de lentejas es suficiente.

 

     Ponemos un buen chorro de aceite de oliva en una cacerola, por lo general profunda y de gran tamaño, y añadimos:

 

  • una cebolla entera no muy grande, sin partir, pelada y limpia;
  • una cabeza de ajos, también lavada;
  • un pimiento verde de los finos lavado, despepitado y cortado en trocitos pequeños;
  • un puerro no muy grande lavado y troceado;
  • 2 zanahorias de tamaño grande peladas y troceadas en rodajas gruesas;
  • un boniato de gran tamaño pelado y cortado en trozos grandes;
  • 4 o 5 patatas de guarnición peladas y enteras.

 

 

¿Cómo limpiamos un puerro? Sígueme en mi sección: Técnicas de cocina.

 

   

 

     Rehogamos a fuego medio-bajo y cuando veamos que adquiere un tono dorado, añadimos un tomate maduro pelado y troceado. Removemos para integrar los ingredientes y, acto seguido, añadimos las lentejas. Mezclamos bien y agregamos tanta cantidad de agua fría del grifo como para que todo quede bien cubierto. Para que nos queden perfectas, basta con echar la cantidad de agua suficiente como para cubrirlas y un poco más, como unos 2-4 centímetros por encima de estas. Si durante la cocción esta se evapora muy deprisa, añadimos más.

 

     Es ahora, en este preciso momento, cuando añadimos un puñado de tiras de pimientos rojos asados, una hoja de laurel, una copita de coñac, media cucharadita de cayena molida y la morcilla y el chorizo, ambos asturianos. Y decimos “asturianos” porque el toque ahumado que presentan aporta un sabor especial al guiso. Salamos.

 

     Para saber cómo se hacen los pimientos rojos asados, pincha AQUÍ o en la imagen.

 

 

     Cocemos a fuego medio-bajo durante una hora, u hora y media aproximadamente, o hasta que veamos que la lenteja está más o menos blanda. En aquellos lugares en los que el agua del grifo sea más dura, habrá que dejarlas algo más de tiempo. Rectificamos de sal.

 

     Preparamos unos cogollos de coliflor y los añadimos a la olla media hora antes de terminar el tiempo de cocción. Y, por último, dos toques fundamentales que harán de nuestras lentejas un plato de primera:

 

1.- a la vez que agregamos la coliflor realizamos en una sartén, con un chorrito de aceite de oliva, un sofrito de media cebolla muy picada y una cucharadita colmada de pimentón dulce de la Vera que añadiremos a la olla.

 

 

 

2.- añadimos 2 onzas de chocolate negro con un 80% de cacao. Dejamos que se deshaga.

 

     

     Y… ¡voilà! Ya tenemos listas nuestras deliciosas lentejas con una mezcla de sabor, entre el dulce del boniato y el toque de chocolate negro, y el picante de la cayena, que hacen de ellas un plato espectacular.

 

NOTA: para mover las lentejas y no deshacerlas, ni romper las verduras, moveremos la olla, con las manos en las asas, de un lado a otro. Tened cuidado de que no se adhiera nada en el fondo, porque se puede quemar y desprender un sabor ligeramente tostado al resto del guiso.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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