Menú Cultural

Jennifer Rubell, ¿esto se come?

The de Pury Dipych – 21/06/2010
Photo by Kevin Tachman and Stephen White

 

 
Jennifer Rubell

 

 

     La comida ya no es solo comida, sino un material artístico más. Son muchos los artistas que han utilizado diversos tipos de comida para expresar una crítica, una queja o simplemente demostrar su originalidad o su escentricidad. Ya llevamos varios post recordándolo («Demasiado kitsch»«Hong Yi, El arte en el plato» y «Comida en clave de fotografía (Henry Hargreaves)» entre otros).

     Artísticamente hablando la encuadraríamos dentro de la escultura, ya que trabaja la comida mediante la búsqueda constante de la sensación de volumen e inmediatez con el público. A medida que conocemos a Rubell, nos daremos cuenta que sus obras se tocan, se huelen y se comen. Podríamos encuadrar este tipo de arte en el llamado “Arte Efímero”, tan de moda en los años 70, pero muy reproducido hoy día por artistas contemporáneos.

 

Proyecto 50 Cupcake – 2014

 

 

     A pesar de afirmar que la gastronomía no es un arte como tal, Rubell convierte la comida, en varios de sus proyectos, en una auténtica obra de arte. Esta afirmación la ponemos en duda, ya que desde este espacio pensamos que la gastronomía puede llegar a ser un arte y además muy beneficioso ¿qué opináis al respecto? Siempre podéis dejarnos vuestros comentarios.

     Es manifiesta su preocupación por la elaboración del producto, añadiéndolo a su proceso creativo, sin dejar de fijarse en la producción local de los alimentos utilizados. Aquí tenemos el ejemplo con Made in Texas en 2011.

 

Photo by Ryan Shephard

 

Reconciliation – 2009
Photo by Chi Lam

 

    Otros de sus trabajos recogen una doble visión como en “Reconciliación”, de 2009. Como su propio nombre indica, habla de una posible reconciliación, pero sin tener en cuenta parámetros de gobiernos, sociedades o problemas. La imagen del pan es muy evocadora llegando al misticismo religioso.

     Es actualmente cuando Rubell ha declarado que sus creaciones son instalaciones donde se busca la participación del espectador, es decir, son aquellas creaciones que no pueden encasillarse en una disciplina artística concreta, ya que aúnan escultura, pintura, arquitectura, video arte o performance entre otras. La verdad, que es un plus añadido el que te inviten a una especie de evento o inauguración de una galería y veas que se puede comer la obra, y que, por si fuera poco, esta esté elaborada con ostras.

 

The de Pury Dipych – 21/06/2010
Photo by Kevin Tachman and Stephen White

 

 

Photo by Kevin Tachman and Stephen White

 

 

     Realmente este tipo de arte hay que verlo y medirlo desde otro punto de vista, con un toque crítico distinto y, sobre todo, teniendo una valoración sincera. El Sr. Comilón y yo, como Historiadora del Arte, hemos de decir que no es nuestra tendencia artística favorita, ni mucho menos, pero, cuando nos ponemos ante una obra de este tipo, tenemos que intentar ir más allá de lo visual o llamativo y quedarnos con el mensaje y todo el trabajo que hay detrás de su proceso y composición. Ahora bien, vosotros decidís si os gusta más ver una obra tradicional o si además de verla o la podéis comer e iros a casa con el estómago lleno.

 

 

 

 
 
 
 
 
print
Si te ha gustado, ¡compártelo!

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Ir al contenido