Menú Cultural

¿Cuál es el origen de la tradición española de comer las 12 uvas a las doce de la noche del día 31 de diciembre?, ¿por qué a esa noche se la conoce como “nochevieja”?

© El Platillo Comilón

 

 

     Como todos los años a las 00:00h. de la noche del día 31 de diciembre, noche conocida como “nochevieja”, todos los españoles nos sentamos en ‘familia’ frente al televisor para tomar las 12 uvas, despedir al año que se va y dar la bienvenida al que viene. Se ha convertido en una rutina festiva anual que hemos ido enmascarando de magia, misticismo, espiritualidad… y yo qué sé de cuántas cosas más. Pero, ¿os habéis planteado alguna vez cuál es el origen de tal celebración?, ¿de dónde viene?

 

Reloj de la Puerta del Sol (año 2020)

 

 

   A través de este Menú Cultural intentaremos descifrar todas las incógnitas existentes al respecto, ¿nos acompañas por la historia?

 

     En primer lugar, aclaremos que el nombre de “nochevieja” hace alusión a la última noche del año según el calendario gregoriano. También se usan términos como el de “fin de año” o “víspera de año nuevo”. Pero, ¿las 12 campanadas pertenecen al nuevo o viejo año? ¡Ah, quién sabe!

 

   Durante muchos años ha corrido como la pólvora la historia sobre el excedente de uva que hubo allá por el año 1909 entre los agricultores de Alicante, Comunidad Valenciana, España. Se dice que aprovecharon ese excedente de uvas para crear la leyenda de las doce uvas de fin de año. Pero si le damos alguna vuelta a esta historia, aparecen muchas incertidumbres que no la hacen viable: con los medios que había a principios del siglo XX para trabajar la tierra, era muy difícil que esta fruta llegase fresca hasta finales de año; ¡y encima con excedente! Prácticamente imposible.

 

   

     Podemos decir, que su origen tuvo lugar el 31 de diciembre del año 1882 gracias a la publicación de un bando municipal por parte del que fuera por entonces el alcalde de la capital de España, Madrid, José Abascal y Carredano. Tras publicar ese bando, se imponía una cuota de un duro (5 de las antiguas pesetas; 3 céntimos de Euro) a todos los vecinos que quisieran salir a las calles a recibir a sus majestades ‘Los Reyes Magos de Oriente’. Por entonces era tradición que los madrileños salieran a la calle a festejar dicho día, ridiculizándose de los forasteros que llegaban aquellos días a la ciudad. Les invitaban a buscar a sus majestades a la vez que se celebraban grandes fiestas callejeras donde corría la bebida, el baile y el griterío.

 

 

 

     Esa tasa municipal prohibió a la gente celebrar tan esperada festividad, ya que, por entonces, la nochevieja ni se celebraba. Solo las familias madrileñas pudientes, que de vez en cuando hacían algún que otro viaje a Biarritz y París, Francia, terminaban celebrando esa noche tomando uvas y champán, tradición que, por entonces, sí se daba en el país vecino. Todo ello, y a modo de protesta, provocó que un gran número de madrileños acudieran a la Puerta del Sol de Madrid la noche del 31 de diciembre a tomar las uvas al son de las campanadas del Reloj de Gobernación. De esta manera se burlaban de la clase burguesa que compartía dicha costumbre. Tras las campanadas la fiesta seguía por las calles.

 

Breve historia del Reloj de la Puerta del Sol

 

 

    A finales del siglo XIX empezó a hablarse sobre la superstición que decía que «comiendo uvas el día primero del año, se tendrá dinero durante todo el año».

 

   Se tiene constancia de esta tradición desde la nochevieja madrileña de 1896, aunque en la prensa del país, ya había artículos dedicados a esa costumbre de tomar uvas traída de Francia.

 

Artículo: ‘Las uvas bienchoras’ (El siglo Futuro; Diario Católico; martes 2 de enero de 1894)

 

 

Artículo: ‘Las uvas milagrosas’ de Luis Taboada (El Imparcial; viernes 31 de diciembre de 1897)

 

 

 

Artículo: La fiesta de las uvas (El Imparcial; sábado 1 de enero de 1910)

 

 

Caricatura del 1 de enero de 1911 con varios políticos comiendo las uvas en la Puerta del Sol (Revista satírica Gedeón publicada en Madrid entre los años 1895 y 1912)

 

 

Coplas del día: Las doce uvas por Lula de Tapia (El Imparcial; martes 31 de diciembre de 1918)

 

 

     Con el paso de los años, la tradición ya se había implantado en todos los estratos sociales y quedó como una costumbre más en la ciudad de Madrid que, con el tiempo, pasó a extenderse por toda la geografía peninsular hasta nuestros días (e incluso en otros muchos otros países). Poco tiempo tardaron los empresarios agrícolas en sacarle partido a esta nueva moda, incluyendo anuncios en los periódicos antes de la llegada del día 31 de diciembre para poner en venta las uvas de la suerte, de la fortuna, de la salud, de la felicidad…. y un largo etcetera, con lo que intentaban conseguir la mayor rentabilidad posible a este producto de temporada.

 

     Hoy en día pasa la mismo, nos intentan vender un producto, lo más adornado posible, que aumenta de precio estos días festivos; pero existen muchas variantes: uvas sin pepitas, sin hollejo, en lata, en almíbar… para gustos colores. Y si no te gustan las uvas, siempre puedes optar por gajos de mandarina, aceitunas sin hueso, e incluso pequeños dulces de chocolate.

 

     Con el paso del tiempo, este momento ha quedado engullido por una gran superstición, donde las buenas intenciones para el año que entra intentan limpiar los malos momentos que dejó el anterior: «este año que entra dejaré de fumar, perderé peso apuntándome al gimnasio, retomaré los estudios que en su día dejé o iniciaré algún proyecto nuevo, seré mejor persona»…

 

     Todavía recuerdo aquellas nocheviejas en las que preparaba con mi abuela Agustina y mi abuelo Antonio los cucuruchos de papel de periódico en los que metíamos las uvas y poníamos el nombre de cada uno de la familia. Estábamos todos y disfrutábamos como los que más, ya fuera bailando, cantando o brindando con sidra o champán.

 

     Cuando nos tomamos las uvas pensamos en muchas cosas, sobre todo en las personas que faltan a nuestro lado, sea cual sea la causa. Esta tradición no se interrumpió ni siquiera en la Guerra Civil Española, cuando Madrid era asediado por los bombardeos. Tampoco lo hizo en el año 2020, el año de la pandemia, del Covid-19, del virus, de la vacuna….

 

     Salgan del año y entren en el siguiente como buenamente puedan o quieran, pero por favor, sean felices y cuídense.

 

 

BIBLIOGRAFÍA:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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2 Comments

  • Miki

    Gracias Sr. Comilón. Le deseo que tenga un muy feliz año nuevo.

    • Sr. Comilón

      Igualmente! y muchas gracias por visitar mi cocina.

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