
Manzanas del siglo XVII (Juan de Espinosa)
Como ya se apunta en la presentación del Menú Cultural, en la Historia del Arte se pueden encontrar representaciones de lo más variadas, tomando como protagonistas alimentos que no siempre deben de ser caros, famosos, elaborados o acompañados de personajes. Como podemos ver en este ejemplo, tenemos unas simples manzanas que tienen todo el protagonismo. Su autor es Juan de Espinosa, pintor que realizó sus obras durante la primera mitad del siglo XVII, con biografía y bibliografía escasa en documentación, dificultando así saber más sobre el mismo. Pero hay un dato importante, tiene obras que pertenecían a la Colección Real, por lo que su obra era y es de valor reconocido. Era un “bodegonista” pero su técnica para las veladuras, la elegancia de la composición y las texturas de estas manzanas lo hicieron diferente entre otros autores.
Realmente es una imagen popular y fresca, símbolo de tener cierta economía para comprar manzanas o bien tener campo donde cultivar sus propios manzanos. Tenemos que tener en cuenta que la fruta en el siglo XVII no se consideraba para el consumo, se elaboraban mermeladas, compotas o se utilizaban en otro tipo de preparación.
No vemos por lo tanto un tema grandilocuente, pero sí tiene una lectura que va más allá de las manzanas. Este tipo de temas nos pueden hablar desde la vida cotidiana a temas éticos y morales.
Por otro lado, esta imagen está presente en muchas de nuestras cocinas. Es un placer ver un frutero repleto de fruta con buen aspecto y aroma. Es algo decorativo que, en la mayoría de los casos, muestra también cómo somos y lo que comemos. No pongáis fruta de plástico en vuestras cocinas, intentad poner imitaciones de otros materiales más logrados o ir al mercado a por unas buenas manzanas.

Actualmente esta obra forma parte de una colección de 6 obras del autor que posee el Museo Nacional del Prado, 3 de procedencia de la Colección Real y las otras 3 gracias a la compra de la Colección Naseiro que adquirió el museo. Esta imagen, en concreto, sí está expuesta, por lo que nuestro consejo es que os detengáis en la sala 18 de la primera planta del Museo de Prado (Madrid) y la contempléis en vivo.





One Comment
Miguel
Como siempre esta sección , muy interesante…