Lomos de salmón al horno con salsa teriyaki
INGREDIENTES: (para 4 personas)
- 4 lomos frescos de salmón
- Poco menos de medio vaso de soja
- Un cuarto de vaso de zumo de naranja colado
- Zumo colado de medio limón
- Una cucharada de agua
- Una cucharada de mirin (vino de arroz dulce)
- Una cucharada de aceite de sésamo
- 2 cucharadas de miel
- Una o dos cayenas desmenuzadas (según gustos)
- 2 dientes de ajo machacados en trozos muy pequeños
- Una cucharadita de jengibre fresco cortado en trocitos pequeños o rallado
- Parte verde de una cebolleta fresca o bien deshidratada
- Una cucharada de harina para espesar la salsa
* Para hacer la salsa debemos utilizar siempre el mismo vaso de agua como medidor (son aproximadamente 200 ml). ¿Os interesan las medidas y equivalencias en la cocina? pues estáis de suerte, visitad nuestro artículo ‘Medidas y equivalencias en nuestra cocina’ y descubriréis de qué se trata.
ELABORACIÓN:
Para conocer la historia y el origen de la salsa teriyaki os proponemos que leáis nuestro Menú Cultural: ‘historia y origen de la salsa teriyaki’. De verdad que os sorprenderá. Como la elaboración de la salsa teriyaki es tan sencilla, la hemos querido hacer resaltar sobre unos lomos de salmón fresco al horno, ¿acompañamos al Sr. Comilón a la cocina y vemos cómo hace esta receta?
Esta salsa es muy, pero que muy sencilla de hacer y dependiendo de para qué la usemos, la daremos un toque final de calor o no, es decir, llevarla a ebullición al final de su elaboración o calentar al horno directamente con otros ingredientes. La segunda opción será nuestro caso de hoy. Pero vamos a ponernos con ella…
Comenzamos por poner en un cazo de cocina profundo los ingredientes líquidos: poco menos de medio vaso de soja, un cuarto de vaso de zumo de naranja colado, el zumo colado de medio limón, una cucharada de agua, una cucharada de mirin (vino de arroz dulce) y por último una cucharada de aceite de sésamo. Removemos bien para integrar todos los ingredientes y pasamos a añadir los sólidos: 2 cucharadas de miel, una o dos cayenas desmenuzadas (según gustos), 2 dientes de ajo machacados en trozos muy pequeños, una cucharadita de jengibre fresco cortado en trocitos pequeños o rallado, la parte verde de una cebolleta fresca bien picada, si no tenemos, podemos utilizar cebolleta deshidratada, y por ultimo y no menos importante una cucharada de harina para espesar la salsa.
Removemos para que todos los ingredientes queden perfectamente integrados y, en nuestro caso, la echamos sobre los lomos frescos de salmón limpios y con la piel hacia abajo que hemos colocado previamente sobre una fuente de horno embadurnada ligeramente con aceite de oliva para evitar que se peguen.
En caso de que queramos usar la salsa en otro momento, la llevamos a ebullición a fuego medio alto y, una vez comience a cocer, ponemos a fuego medio bajo durante 5-8 minutos o hasta que adquiera la consistencia deseada. Eso sí, debemos remover constantemente para evitar que se adhiera en el fondo o se queme y no podamos utilizarla. Retiramos del fuego, dejamos enfriar y lista para usar como aderezo, adobo, glaseado… etc. de nuestros platos favoritos.
Introducimos la fuente en el horno precalentado a 200 ºC y dejamos durante 15 minutos o hasta que veamos que la carne esté jugosa. ¡Cuidado con dejarla muy seca! Esto dependerá también del grosor que tengan los lomos de salmón que hayamos utilizado. Pasado el tiempo, sacamos del horno y servimos. Veréis cómo la salsa ha espesado perfectamente y parece auténtico caramelo líquido. Está para chuparse los dedos.