Crema caliente de puerro y patata con picatostes de pan frito
- Un kilo de puerros
- 4 patatas de tamaño mediano
- Agua
- 8 rebanadas gruesas de barra de pan duro
- Una cucharadita de cebolleta molida (opcional)
- Aceite de oliva
- Sal
El puerro, ingrediente principal de la receta que os presentamos hoy, es una hortaliza cuyo sabor y aroma hace mucho más apetecibles nuestros caldos, guisos y sofritos, entre otras elaboraciones. Su uso moderado es muy beneficioso para la reducción de la tensión arterial y el colesterol, así como para el buen funcionamiento del tránsito intestinal debido a la gran cantidad de fibra que presenta.
Pero antes de usarlo en nuestros platos, es necesario limpiarlo exhaustivamente. La tierra y el polvo se acumula entre sus hojas y si no lo retiramos bien, puede que nos rechinen los dientes.
Una vez limpios, los cortamos en trozos y los metemos en una cacerola junto con 4 patatas peladas y cortadas por la mitad.
Cubrimos de agua fría del grifo, salamos y ponemos a fuego medio-alto hasta que rompa a cocer, momento en el que lo bajamos. El puerro tarda en cocerse unos 20 minutos aproximadamente y la patata también, siempre que sea de un tamaño más o menos mediano, o unos 30-35 minutos si es de un tamaño mayor. Teniendo en cuenta esto, actuaremos en consecuencia.
Pasado el tiempo vertemos, con cuidado de no quemarnos, el agua de la cocción en otra cacerola para reservarla en caso de que nos hiciese falta. Con ayuda de una batidora eléctrica, y a máxima potencia, trituramos todo. ¡Cuidado con los salpicones! Si no tuviésemos, lo podríamos hacer con un pasapurés, pero el resultado no sería igual ya que quedarían algunos grumos pequeños. Lo que queremos es que nuestra crema sea fina al paladar, sin restos de puerro o patata, y para conseguirlo hacemos el siguiente truco: sobre un colador grande apoyado en una cacerola, volcamos poco a poco la crema resultante, y con ayuda de un cazo de cocina, damos vueltas hasta colar por completo. Veremos cómo los restos quedan en el colador o adheridos al cazo. Lo retiramos y seguimos colando el resto de crema. Hacemos esto hasta completar. De esta manera estará libre de restos. Según la textura que nos guste conseguir, más o menos líquida, añadiremos más o menos agua de la cocción. Pero cuidado con esto, porque si nos pasamos, podemos llegar a estropearla. En un punto medio está la clave.
Rectificamos de sal y, como remate final, ponemos en una sartén mediana un dedo de aceite de oliva a fuego medio-bajo y freímos unas 8 rebanadas gruesas de barra de pan duro partidas en pequeños trocitos a modo de picatostes. Sacamos, escurrimos sobre un plato con papel absorbente y lo echamos en el plato a la hora de servir.
Para darle otro toque de sabor (opcional), recomendamos espolvorear un poco de cebolleta molida también a la hora de servir. ¿Te la vas a perder? Sana y deliciosa ¿verdad?
One Comment
miki
Muy rico, rápido, fácil y calentito ahora que llega el invierno, felicidades Sr Comilón.