
Codornices escabechadas

- 8 codornices (dos por persona)
- Tres cuartos de vaso de aceite de oliva
- Tres cuartos de vaso de vinagre
- Un chorrito de vino blanco
- 2 zanahorias
- Una cebolla
- 3 dientes de ajo
- Una ramita de tomillo fresco
- Una ramita de perejil fresco
- Una hoja de laurel
- Una cucharada de pimienta negra en grano
- Agua
- Sal

La codorniz es un ave de pequeño tamaño, de cuerpo rechoncho y pesada para el tamaño que presenta. El macho suele pesar entre los 95 y 100 gramos y la hembra entre los 100 y 105, claro que, cuando llega a nuestra mesa, pesa mucho menos. Sus alas y patas son tan cortitas que le obliga a desplazarse en terreno firme dando saltitos. La mayor parte del tiempo está en el suelo, en terrenos despejados, pastizales y campos abiertos donde encuentra gran cantidad de alimento, aunque en otoño e invierno, con la bajada de temperaturas, se refugian en campos con algo de hierba que les sirva de cobijo. Gracias a su plumaje de color pardo amarillento con pintitas negras y blancas, puede pasar desapercibida en estos terrenos. Al ser un ave que duerme generalmente de día, se le suele cazar al atardecer o al amanecer.

Su carne, rica en proteínas y vitaminas B3 y B6, es muy aconsejable para personas con diabetes porque no presenta nada de azúcares. Si nunca has probado la codorniz, hoy, en nuestra cocina, te la preparamos de una manera muy especial: codornices escabechadas ¿nos acompañas?
Para 4 personas haremos 8 codornices, dos para cada uno, ya que son muy pequeñitas. Las podemos conseguir de varias maneras, comprándolas en nuestra carnicería y/o pollería de confianza, en grandes supermercados o a través de la caza, si es que eres cazador y poseedor de la licencia reglamentaria, o si eres familiar y/o amigo de un cazador.
Sea como sea la forma de obtención, debemos realizar una buena limpieza de la misma. Para ello comprobamos que no quedan restos de plumas en su piel ni vísceras o restos de estas en su interior, aunque hoy día las venden muy limpias, pero si la conseguimos, por ejemplo, a través de la caza, debemos desplumarlas y limpiarlas minuciosamente. Lavamos bajo el agua del grifo, dejamos escurrir, salamos y doramos en una cacerola de gran tamaño con un chorrito de aceite de oliva. Reservamos en una fuente de cocina.


En el mismo aceite que queda en la cacerola echamos 2 zanahorias peladas y cortadas en láminas finas, una cebolla cortada en trozos alargados y finos y 3 dientes de ajo laminados. Una vez pochado todo añadimos las codornices junto con tres cuartos de vaso de aceite de oliva, tres cuartos de vaso de vinagre, un chorrito de vino blanco y agua hasta cubrir.

Debemos prestar atención a estas cantidades de líquido ya que si hacemos menos número de codornices, lo echaremos en proporción. Añadimos una cucharada de pimienta negra en grano, sal, una hoja de laurel, una ramita fresca de tomillo y otra de perejil, en este caso picada, y dejamos a fuego medio. En el momento que empiece a cocer, lo dejamos unos 20-30 minutos aproximadamente y listo. Podemos pinchar las codornices con un tenedor o la punta de un cuchillo para comprobar que están blandas. En este caso, servidas con un puré de patatas o unas patatas fritas, están deliciosas.




