Anko (pasta de judías dulces)
© El Platillo Comilón
INGREDIENTES:
- 200 g de judías azuki
- 100 g de azúcar blanco (podemos añadir más, al gusto)
- 80 g de azúcar moreno
- Una pizca de sal
- Agua
ELABORACIÓN:
Las alubias o judías azuki proceden de Asia, sobre todo de China y Corea, aunque hoy en día se han convertido en un alimento estrella en la cocina japonesa. De hecho, la receta que os presentamos procede de allí. Es una legumbre de pequeño tamaño, redonda y de color rojizo tirando a marrón. Uno de sus bordes parece que esté pintado de blanco con un pincel debido a la mancha que presenta de este color. Se han venido utilizado tradicionalmente para prevenir enfermedades renales, ya que son muy beneficiosas para el buen funcionamiento de la vejiga de la orina y los propios riñones, así como para otras dolencias. Es muy rica en vitaminas del grupo B, y minerales como el zinc, potasio, hierro, cobre… Su elevada cantidad de proteína, junto con su escaso nivel de grasas, la hacen protagonista de muchos regímenes de adelgazamiento.
Es muy utilizada en la elaboración de infinidad de postres gracias a su dulce sabor. Podemos encontrarlas en tiendas de alimentación ecológica o en tiendas donde se venden alimentos al peso, como especias, harinas, legumbres, etc. muy extendidas hoy en día. Pero pongámonos manos a la obra y acompañemos al Sr. Comilón a la cocina para preparar un rico Anko.
Para elaborar esta receta vamos a utilizar unos 200 gramos de judías azuki. Las ponemos en un recipiente grande y hondo y lavamos bajo el agua del grifo para quitar cualquier resto de tierra o polvo que puedan tener. Hecho esto las dejamos en remojo, al menos, durante 8-12 horas.
Pasado el tiempo las metemos en una cacerola junto con el agua del remojo y las ponemos a fuego medio-alto. Dejamos cocer unos 10 minutos y las volcamos sobre un escurridor desechando el agua. Volvemos a meterlas en la cacerola y las cubrimos de nuevo con agua, en este caso, directamente del grifo. Ponemos a fuego fuerte y, cuando comience a cocer, dejamos de nuevo unos 10 minutos y las asustamos con un vaso de agua fría. Después de esto, y una vez que rompan de nuevo a cocer, ponemos a fuego bajo al menos durante una hora u hora y media o hasta que estén en su punto.
Si quieres saber cómo se asustan las judías o alubias y para qué se hace, pasa por mi sección: Técnicas de cocina.
Según pasa el tiempo veremos que aparecen sobre la superficie impurezas en forma de espuma y que debemos retirar. Conseguido el punto de cocción, las retiramos del fuego y dejamos reposar unos 10-15 minutos. Escurrimos y volvemos a colocarlas de nuevo en la cacerola a fuego medio-bajo.
Añadimos poco a poco, y sin parar de remover, 100 gramos de azúcar blanco y 80 de azúcar moreno. Según lo hacemos veremos que se van rompiendo, pero no os preocupéis porque lo que queremos conseguir es una masa más o menos homogénea. Añadimos una pizca de sal y probamos. Si nos gusta más dulce, añadimos más azúcar, si nos gusta con un sabor más equilibrado entre el dulce y salado, añadimos más sal… ¡y listo! Ya tenemos nuestro anko preparado para deleitarnos por ejemplo con una buena tostada de pan horneado y crujiente, añadiéndolo a un guiso para darle un toque especial, para hacer hummus de azuki, etc.
NOTA:
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- la cantidad aproximada de agua necesaria para cocer las judías azuki será de 3 tazas por cada una de judías.
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- el agua de la cocción de las judías, debido a los beneficios que aporta, puede utilizarse para la elaboración de otros guisos o incluso para tomarlo a modo de infusión.
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