¡Adivina quién viene a cenar!

¡Adivina quién viene a cenar!«Marsha P. Johnson y Sylvia Rivera»

© El Platillo Comilón
 

Fotografía de portada de Diana Davies (1973) ; coloreada por El Platillo Comilón

Activistas por los derechos de los homosexuales en la manifestación del ayuntamiento:

Sylvia Ray Rivera y Marsha P. Johnson

(Manuscripts and Archives Division, The New York Public Library)

 

 

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FICHA PERSONAL DE MARSHA

 

 

  • Nombre: Marsha Pay it no mind Johnson (Marsha P. Johnson)
  • Género: femenino (mujer transgénero)
  • Fecha de nacimiento: 24 de agosto de 1945 (Elizabeth, Nueva Jersey; EE.UU.)
  • Fecha de fallecimiento: 6 de julio de 1992 (Nueva York; EE.UU.)
  • Nacionalidad: estadounidense.
  • Ocupación: artista y activista LGTBIQ+ y ACT UP (AIDS Coalition to Unleash Power). Junto con Marsha fundó STAR (Street Transvestite Action Revolutionaries), un grupo dedicado a ayudar a mujeres callejeras transexuales sin techo.
  • Comida favorita: no lo sabemos exactamente, pero le vamos a invitar a un delicioso trozo de “Rainbow Bright Cake” para homenajearla por su acción social a lo largo de los años. Estaría encantada.

 

 

 

FICHA PERSONAL DE SYLVIA

 

 

  • Nombre: Sylvia Rivera
  • Género: femenino (mujer transgénero)
  • Fecha de nacimiento: 2 de julio de 1951 (Nueva York; EE.UU.)
  • Fecha de fallecimiento: 19 de febrero de 2002 (Nueva York; EE.UU.)
  • Nacionalidad: estadounidense.
  • Ocupación: feminista y activista LGTBIQ+. Miembro fundadora del Gay Liberation Front y la Gay Activists Alliance. Junto con Marsha fundó STAR (Street Transvestite Action Revolutionaries), un grupo dedicado a ayudar a mujeres callejeras transexuales sin techo.
  • Comida favorita: no lo sabemos exactamente, pero le vamos a invitar junto a su amiga Marsha a un delicioso trozo de “Rainbow Bright Cake” para homenajearla por su acción social a lo largo de los años. Estaría encantada.

 

 

 

     El Platillo Comilón quiere celebrar un año más junto con el colectivo LGTBIQ+ su día, su reconocimiento a nivel mundial. Por ello, en nuestra sección “Adivina quién viene a cenar”, hemos invitado a dos MUJERES revolucionarias, activistas y luchadoras en favor del movimiento. Su muerte les ha dado más vida que nunca, convirtiéndolas en un icono de las “Revueltas de Stonewall”, ocurridas el 28 de junio de 1969, hace hoy más de 50 años. De esos días de lucha nació la reivindicación y la celebración del “Orgullo LGTBIQ+”, siglas que designan al colectivo Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Intersexual y Queer, además de cualquier otra identidad que se pueda quedar en el medio de todas ellas o en ninguna parte, simbolizado por el signo +.

 

 

Si te interesa, entra en este Menú Cultural que preparamos en su día:

¿Gastronomía y mundo «Gay»? Origen e historia de la bandera del Orgullo LGTB. ¿Por qué se celebra este día?

 

 

 

 

     Estuvieron comprometidas con multitud de causas sociales hasta el día de su muerte, experimentaron lo que era ser un ‘sin techo’ en la ciudad que nunca duerme, Nueva York; sufrieron infinidad de abusos policiales, agresiones físicas y verbales y lo que es peor, discriminación incluso dentro de la propia comunidad gay por no aceptar sus raíces étnicas o por su forma de vestir, cuando fueron ellas quienes levantaron la cara para decir alto y claro al mundo: ¡aquí estamos! Las mujeres de las que os hablamos son Marsha P. Johnson y Sylvia Rivera.

 

     Marsha Pay It No Mind Johnson, más conocida como Marsha P. Johnson, una mujer afroamericana transgénero, nació el 24 de agosto de 1945 en Elizabeth, una ciudad del condado de Unión, Nueva Jersey (EE.UU.), y lo hizo como varón. Su nombre: Malcolm Michaels. Sus padres, cristianos devotos, eran Michael Malcolm Sr, trabajador de la General Motors, y Alberta Claiborne, ama de casa. Fue la quinta de siete hermanos y su vida no fue nada fácil.

 

     Desde bien pequeña empezó a ponerse vestidos, pero fue agredida varias veces por otros niños y lo tuvo que dejar de hacer. Después de graduarse en la escuela secundaria, se mudó a Greenwich Village, en la misma ciudad de Nueva York, donde empezaron sus penurias por sobrevivir. Llegó con una maleta llena de ropa, 15 dólares en el bolsillo y muchos sueños que cumplir.

 

Marsha P. Johnson fotografiada por R. Wicker

 

 

     “Cariño, fui todos los domingos (a la iglesia) porque quería aprender algo relativo a Jesús. Siempre pensé que la homosexualidad era una especie de sueño, algo de lo que la gente hablaba, pero que nunca lo hacía. Así que permanecí asexual durante 17 años, hasta que me fui de Nueva Jersey y vine a Nueva York. No estaba demasiado alegre, hasta que vi todas estas cosas… “. Marsha.

 

 

     Pero su fantasía se vio truncada al tener que vivir en las calles, llegando incluso a prostituirse para poder llegar a fin de mes. Fue arrestada por ello más de cien veces. Se identificaba como Drag Queen, Gay, Travesti y utilizaba apelativos femeninos para referirse así misma.

 

     Era todo un espectáculo verla paseando por las calles de ‘la gran manzana’. Vestía con ropas de lo más excéntricas que encontraba en los cubos de basura y ella misma diseñaba: pamelas o sombreros enormes y de multitud de colores, vestidos elaborados con telas semitransparentes, recargados de lentejuelas y plumas, llamativos zapatos de tacón, pelucas de mil colores que complementaba con adornos, bisutería de alto glamour…

 

Marsha P. Johnson en una manifestación portando una pancarta reivindicativa

 

 

    No pasaba, lo que se dice, muy inadvertida. Eso le hizo que el mismísimo artista Andy Warhol se fijara en ella y fuera retratada por una de sus cámaras en la época en la que formaba parte del grupo Drag “Hot Peaches”. Esta compañía acabó representando una obra de teatro a la semana desde la década de los años 70 hasta la de los 90.

 

Marsha P. Johnson fotografiada por Andy Warhol

 

 

Serigrafía con el retrato de Marsha, una de las 10 que forman la obra de Andy Warhol titulada como

‘Ladies and Gentlemen’

 

 

     Sylvia Rivera fue una de las amigas íntimas de Marsha. Su vida, al igual que la de esta última, no fue muy buena desde su más tierna infancia. Nació el día 2 de julio de 1951 y lo hizo, al igual que su compañera de fatigas, como un varón. Su nombre: Ray Rivera. Fue abandonada por su padre biológico, José Rivera, y su madre se suicidó cuando esta solo contaba con 3 años de edad, ambos inmigrantes procedentes de Puerto Rico y Venezuela. Su abuela venezolana se hizo cargo de ella, pero, a medida que pasaban los años e iba comprobando que tenía cierto amaneramiento, la rechazó de pleno.

 

     Con tan solo 11 años de edad empezó a buscarse la vida en las calles. Se unió a un grupo de Drags Queens y, desde entonces, comenzó su activismo a favor de los marginados de su colectivo y de los jóvenes LGTBIQ+ que vivían en las mismas condiciones que ella. El término Drag Queen era el que se usaba en las décadas de los años 60 y 70 para referirse a las personas transexuales.

 

Sylvia Rivera en una manifestación portando una pancarta reivindicativa

 

 

     Hasta el año 1969 el Stonewall Inn, situado en Christopher Street, era un bar únicamente para hombres, pero, a partir de entonces, Marsha y varias de sus amigas fueron unas de las primeras Drags Queens a las que le permitieron entrar. En la madrugada del 28 de junio de ese mismo año, poco antes de la una y media, y tras muchas otras redadas que la policía hacia de forma sistemática en aquel bar, la situación se volvió aún más violenta. Este colectivo, cansado de tanta represión, discriminación y violencia gratuita empezó a defenderse.

 

Fachada del bar «Stonewall» (1969)

 

 

     Los disturbios se propagaron rápidamente por las calles sin poderles poner freno. De aquí surgieron los términos “Gay Power” (Poder Gay) y “Gay Pride” (Orgullo Gay) como un emblema dentro del colectivo homosexual de EE.UU. Con el tiempo se extendió a todas partes del mundo. Este fue el germen de una nueva era para el movimiento.

 

Agentes de policía golpean a unos jóvenes durante unos disturbios que tuvieron lugar en Greenwich Village después de una marcha del Gay Power en Nueva York el 31 de agosto de 1970.

 

 

     Según algunos testimonios de sobre ese altercado, cuentan que fueron Marsha y Sylvia quienes iniciaron los disturbios aquella noche. Unos dicen que Marsha lanzó lo que parecía un vaso o una botella de cristal contra los agentes de la policía y se negó y resistió físicamente a ser cacheada. Ese momento quedó grabado en la historia como “el vaso que se escuchó alrededor del mundo”. Tenía solo 23 años. Desde entonces, su popularidad no dejó de crecer. Por otro lado, Sylvia arrojó la primera piedra contra los agentes. Justo ahí, en ese momento, hicieron suyo el movimiento de liberación del colectivo que, a día de hoy, tiene alcance a nivel mundial.

 

     Y ahí no quedó todo. A principios de la década de los años 70, ambas cofundaron la organización Street Transvestite Action Revolutionaries (S.T.A.R.: Street Transvestite Action Revolutionaries; Revolucionarias Activistas Transvestidas Callejeras). Una de las acciones que llevaban a cabo en esta organización era el reparto de ropa y comida para ayudar a las mujeres transgénero y a todos aquellos jóvenes, vivieran en la calle o no, especialmente en los muelles de la calle Christopher o en el barrio del Lower East Side de Nueva York. Participaron en las marchas a favor de la liberación del colectivo gay y en multitud de acciones políticas radicales.

 

S.T.A.R. (Street Transvestite Action Revolutionaries; Revolucionarias Activistas Transvestidas Callejeras)

 

 

Sylvia Rivera delante de la pancarta de S.T.A.R. en una manifestación

 

 

     Años después de los disturbios producidos en Stonewall, la revolución siguió en marcha, sobre todo para uno de los colectivos más vulnerable, las mujeres transgénero, que continuaban viviendo con miedo e incluso sin ser respetadas dentro de su propia comunidad gay. En 1973, durante una movilización, Sylvia subió al escenario y desafió a todas las personas que estaban allí presentes, dirigiéndose especialmente a los hombres gays blancos que menospreciaban al colectivo al que pertenecía. Este momento ha quedado grabado en la historia con el título: “Todos deberían callarse”. Os dejamos un vídeo donde se muestra lo que allí sucedió.

 

Discurso de Sylvia Rivera en la Marcha del Orgullo de 1973 – Nueva York

 

 

     Marsha murió el día 6 de julio del año 1992. Su cuerpo fue encontrado, poco después de la Marcha del Orgullo, flotando en las aguas del río Hudson cerca del muelle West Village. La Policía aseguró ser un suicidio, pero sus amigos y conocidos no lo creyeron nunca. No tenía tendencias suicidas. A día de hoy, el caso sigue sin resolver. Como curiosidad, el grupo de música “Antony and The Jonson’s” quiso rendir un profundo homenaje a esta heroína tomando su apellido para el nombre de su banda.

 

     Aunque Sylvia intentó suicidarse tras el discurso que dio durante la movilización del año 1973, falleció el día 19 de febrero del año 2002 a causa de un cáncer de hígado. Hasta entonces, su lucha no paró.

 

 

     Desde El Platillo Comilón, estamos seguros que ambas estarían muy agradecidas de compartir la tarta que hemos elaborado para rendirles este homenaje tan merecido.

 

     ¿Y todavía hay gente que piensa que por qué hay que celebrar este día? Pues la respuesta es muy, pero que muy fácil: SI, SIEMPRE. Solo basta con tener un poco de tolerancia frente al prójimo, empatía y una gran amplitud de mente para entenderlo: “para evitar la continua persecución y discriminación que sufren estas personas solo por el hecho de ser así, de ser quienes son”.

 

      No han elegido la orientación sexual que tienen ni la identidad de género con la que realmente se sienten y quieren mostrarse al mundo, a pesar de los muchísimos comentarios que insinúan que “esto está de moda”.  De moda está por ejemplo la ropa, pero no una orientación sexual con la que te identificas. Quieren ser libres como los demás, y recordarlo año tras año para que no se olvide.

 

     Señoras y Señores, “ESTO” ha existido TODA LA VIDA, lo que pasa, es que la historia ha tratado fatal el tema. La homosexualidad está considerada como ilegal en más de 70 países, y en muchos de ellos la pena de muerte aún está vigente. En otros tantos se le sigue considerando como un trastorno psicológico, a pesar de que la OMS (Organización Mundial de la Salud) la retiró de su lista de enfermedades mentales en el año 1990. Y luego está el tema de la religión…

 

 

     Por eso les pedimos que sean tolerantes, vivan y dejen vivir.

 

 

BIBLIOGRAFÍA

 

– ACCEDE  A LA RECETA DE TARTA A LA QUE LAS HEMOS INVITADO –

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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3 Comments

  • Miki

    Es increíble que a estas alturas estemos todavía hablando de ésto. Es una auténtica injusticia que aún haya personas que vivan discriminadas por ésta razón. Tienen todo mi apoyo y comprensión. Mucho ánimo para todos y todas!!!

  • Juan

    Excelente artículo. Lo voy a compartir en mi página y mis plataformas sociales.
    Gracias por haber escrito este documento que consideró una joya de nuestra historia como seres humanos y miembros de la comunidad LGBTTTI
    ❤️🧡💛💚💙💜🤎

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