Dificultad: 2,  Huevos,  Setas y hongos,  Verduras y hortalizas

Huevos al plato

© El Platillo Comilón

 

 

 

INGREDIENTES: (para 4 personas)

 

  • 8 huevos (2 por persona)
  • Una bandeja de champiñones no muy grandes (300 gr aproximadamente)
  • Una cebolla
  • 4 dientes de ajo
  • 1-2 zanahorias
  • 2 pimientos verdes de los finos no muy grandes
  • Un puerro
  • Un puñado de judías verdes frescas
  • Un tomate maduro
  • 350 g de salsa de tomate casera
  • Una cucharadita colmada de pimentón dulce
  • Una cucharadita de ají molido o media de cayena molida (opcional)
  • Aproximadamente un litro o litro y medio de caldo de verduras
  • Un frasco pequeño de guisantes
  • 2 frascos de corazones de alcachofa (18 unidades aproximadamente)
  • Una taza de pimientos rojos asados y troceados
  • Una copita de coñac (opcional)
  • Aceite de oliva
  • Sal

 

 

 

ELABORACIÓN:

 

     Aunque sean muchos los ingredientes que componen este plato, es muy fácil de hacer. Basta con tener todo bien preparado y listo para cocinar. ¿Vamos a ello?

 

     En la lista encontramos una bandeja de champiñones naturales. Si en ese momento no disponemos de ellos, pero sí de conserva, podemos utilizarlos.

 

   

 

Para saber cómo limpiamos las setas y hongos pasa por mi sección: Técnicas de cocina.

 

 

 

     En nuestro caso los vamos a cocinar previamente al ajillo, de esta manera el toque de sabor que aporta al resultado final es buenísimo. Para ello disponemos todos los champiñones en una sartén con su pie o rabo hacia arriba.

 

 

     Al ser tan pequeños intentaremos dejarlos completos. Pelamos y troceamos 2 dientes de ajo, los esparcimos por encima, salamos y añadimos un chorrito de aceite de oliva. Los hacemos a fuego medio-alto asegurándonos que se doren por todos los lados sin llegar a quemarse. Cuando estén casi hechos añadimos un chorrito de vinagre, vino o coñac dejando que se evapore. Reservamos.

 

 

     Ponemos una cacerola de gran tamaño a fuego medio y añadimos un chorro generoso de aceite de oliva para sofreír un puerro, una cebolla, un diente de ajo, una o dos zanahorias y 2 pimientos verdes de los finos no muy grandes despepitados, y todo ello cortado en pequeños trozos.

 

     

Para saber cómo limpiamos un puerro, pasa por mi sección: Técnicas de cocina.

 

 

 

 

     Removemos evitando que se queme y, cuando esté casi en su punto, añadimos un puñado de judías verdes bien lavadas y un tomate maduro con piel, todo ello también troceado. Dejamos unos minutos y añadimos unos 350 gramos de salsa de tomate casera, en este caso sin más especias que una cucharadita de ají molido o en su defecto, o según gustos, media de cayena para darle un toque picante. Si en ese momento no tenemos, podemos usar salsa de tomate natural triturado en conserva. Dejamos cocer al menos 5 minutos a fuego bajo y sin parar de remover.

 

     Para acceder a la receta de la salsa de tomate casera, pincha AQUÍ o en la imagen.

 

 

     Añadimos un litro o litro y medio de caldo de verduras y llevamos a ebullición a fuego medio. Si no disponemos de caldo en ese momento podemos sustituirlo por agua. Añadimos los champiñones que habíamos reservado y aproximadamente una taza de pimientos rojos asados y troceados, junto con el líquido que sueltan. Solo añadimos los pimientos, no el ajo que se les añade para macerar.

 

     Para acceder a la receta de los pimientos rojos asados, pincha AQUÍ o en la imagen.

 

 

     Para hacer el sofrito final, ponemos un chorrito de aceite de oliva en una sartén pequeña y doramos un ajo pelado y cortado en trozos diminutos. Añadimos una cucharadita colmada de pimentón dulce y sofreímos. Volcamos el contenido en la cacerola, junto con una copita de coñac (opcional) y removemos. Es ahora cuando añadimos un frasco pequeño de guisantes y 2 de corazones de alcachofas (18 unidades aproximadamente) previamente lavados bajo el agua del grifo. Los añadimos ahora porque, al estar ya cocidos, si lo hacemos desde el principio, corremos el riesgo de que se rompan.

 

     Dejamos cocer unos 15-20 minutos a fuego lento y ya lo tenemos listo para hacer los huevos.

 

     Para servir este plato lo hemos hecho en unos platos hondos, individuales, es decir, uno por persona, y de barro, aptos para vitrocerámica, gas o inducción.

 

   

Para saber cómo tratar cualquier utensilio de barro antes de usarlo en la cocina, pasa por mi sección: Técnicas de cocina.

 

 

 

     Cascamos dos huevos por plato y persona, salamos y dejamos que cuezan a fuego bajo para evitar que se desmoronen. Dependiendo del gusto de cada uno en el punto de cocción, los tendremos más o menos tiempo. ¡Y listos para comer! Tened cuidado de no quemaros que el barro guarda mucho la temperatura.

 

     Si esto lo acompañamos de un buen pan de pueblo y una copita de vino tinto… ¡Mmmmmm!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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