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Tomates verdes fritos con un toque picante y cebollino (Menú de Cine)

© El Platillo Comilón

 

INGREDIENTES: (para 4 personas)

  • 4 tomates verdes: un tomate grande por persona
  • Cayena molida o pimienta negra (opcional)
  • Una taza de harina de trigo
  • 3 cucharadas de harina de maíz (maicena)
  • 2 huevos
  • Una taza de pan rallado
  • Cebollino
  • Aceite de oliva
  • Sal

 

ELABORACIÓN:

     ¿Qué dirías qué es el tomate: una fruta o una hortaliza? Para despejar esta incógnita vamos a ver la definición de fruta. Según la R.A.E. (Real Academia Española) es todo fruto comestible de ciertas plantas cultivadas. Así, sin más. Pero no es solo eso, podemos considerar como fruta la parte comestible del fruto o, lo que es lo mismo, el ovario fecundado que rodea la semilla o semillas para protegerla. Tiene una función reproductora. Teniendo esto en cuenta podemos decir que el tomate forma parte del grupo de las frutas, a pesar de que no se suele servir como postre, sino como una hortaliza, ¿verdad?

 

 

     Esta confusión se originó allá por el siglo XIX en la Corte Suprema de Estados Unidos. En 1887 fue aprobada una ley con la cual se asignaron ciertos impuestos a todas las hortalizas que eran importadas al país, a excepción de las frutas. Es por esto que, todas las compañías que se dedicaban a la importación del tomate, alegaron estar ausentes de pagar dicho impuesto ya que el tomate era una fruta. Para dar credibilidad a sus argumentos llegaron a citar las definiciones que se daban, por entonces, en diccionarios de terminología biológica para demostrar que así era. Pero el gobierno no estaba de acuerdo, aferrándose a la evidencia de que el tomate se servía en ensaladas y no se comía como postre después de comer. Por ello sería considerado como una hortaliza atribuyéndole así el canon correspondiente.

     Esto nos lleva a la conclusión de que, aunque biológicamente hablando, el tomate se trata de una fruta, sí que es verdad que desde el punto de vista culinario podemos decir que es una hortaliza. ¿Qué pensáis de todo ello? Discusiones aparte, el Sr. Comilón ha elaborado hoy una receta famosísima de nuestro cine reciente donde el tomate verde es su protagonista. ¿Le acompañamoa a la cocina para ver de qué se trata?

 

 

     Para elaborar esta receta necesitamos tomates verdes, sin madurar, y libres de cualquier daño en su superficie. Para cuatro personas con un tomate de tamaño mediano tenemos suficiente, ya que se trata de un entrante o aperitivo. Los lavamos bajo el agua del grifo para quitarles cualquier resto de polvo o tierra que puedan tener, secamos bien y les quitamos el corazón. Sobre una tabla de cocina y con un cuchillo grande y afilado cortamos uno a uno en rodajas de un centímetro aproximadamente. Salamos cada una de las rodajas y echamos un poco de cayena en polvo o pimienta negra (opcional) para darles un toque picante, pero… ¡cuidado con pasarnos! Reservamos.

 

 

     Preparamos tres platos o cuencos: en uno echamos una taza de harina de trigo, en otro dos huevos batidos y en el último 3 cucharadas de harina de maíz, o maicena, y una taza de pan rallado bien mezclado.

     Cogemos cada una de las rodajas de tomate cortadas anteriormente y las pasamos, una a una, primero por la harina de trigo, retirando el exceso puedan coger. Posteriormente las pasamos por el huevo batido y, por último, por la mezcla de harina de maíz y pan rallado. Si vemos que las cantidades de harina, huevo y pan rallado son insuficientes, añadimos más.

     Ponemos unos dos dedos de aceite de oliva en una sartén de gran tamaño a fuego medio y, cuando esté caliente, freímos. Si vemos que se nos queman o arrebatan bajamos la potencia del fuego. Debemos tener cuidado a la hora de freír, ya que el pan rallado se desprende del tomate, cayendo en el aceite, quemándose e impregnándose en el resto de rodajas de tomate que friamos. Para evitar esto, colamos el aceite en una aceitera sin que caiga el pan quemado, limpiamos la sartén y volvemos a echar el aceite para seguir friendo.  Las rodajas de tomate fritas las colocamos sobre un plato con un papel de cocina para que absorba el exceso de aceite de la fritura. A la hora de servir les ponemos cebollino picado sobre su superficie dándoles sabor. ¿Te atreves a hacerlos?

 

 
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One Comment

  • Anónimo

    Es sorprendente lo buenos que están. Una receta tan sencilla y tan rica… me ha hecho comer estos tomates más de dos veces…

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