Brócoli en vinagreta de vegetales
- 500 g de brócoli
- Un pimiento rojo pequeño
- Un pimiento verde pequeño
- Un pimiento amarillo pequeño
- Una cebolla
- 1-2 tomates
- Un puñado de pepinillos pequeños en vinagre
- Un puñado de aceitunas negras deshuesadas
- Una lata pequeña de maíz cocido
- 3 huevos
- 2 pimientos pequeños en vinagre (opcional)
- Vinagre de vino blanco
- Aceite de oliva
- Sal
- Una o dos cucharaditas de sal o un chorro de vinagre
- Una rama de brócoli de 500 g de peso como mínimo
- Aproximadamente 1 l de agua para la cocción al vapor
El brócoli, conocido también como brécol, es una hortaliza estrechamente relacionada con la familia de la coliflor y las coles de Bruselas. Su aporte calórico es muy pequeño, apenas unas 34 calorías por cada 100 gramos, por lo que se recomienda en cualquier dieta. Son muchos los beneficios que aporta al organismo, pero es más conocido por sus propiedades anticancerígenas. Según un estudio del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, es considerado como uno de los vegetales con mayor potencial anticancerígeno. Sus altos niveles en antioxidantes ayudan y protegen a nuestro organismo frente a determinados tipos de cáncer como son el de mama, próstata, pulmón, colon y vejiga. A parte de esto, nos ayuda a prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares, en la reducción de los niveles de colesterol y triglicéridos, etc.
Son muchos sus beneficios, pero también presenta ciertas contraindicaciones como son las temidas flatulencias o la hinchazón abdominal debido a la gran cantidad de fibra insoluble que presenta, por lo que se recomienda un consumo moderado en aquellas personas que padezcan alteraciones gastrointestinales. Si esta hortaliza se comiese cruda, las demandas de yodo de nuestro organismo aumentarían pudiendo provocar algunas alteraciones en la glándula tiroides. Así mismo, según un estudio de la Universidad de Medicina de Ohio, Estados Unidos, su consumo no es recomendable en personas que tengan prescrito el uso de medicamentos anticoagulantes ya que, la vitamina K que presenta, puede interferir en el correcto funcionamiento de dicho medicamento.
Teniendo en cuenta sus beneficios y su gran versatilidad en la cocina, hemos pensado en hacer una receta muy rica con esta hortaliza, ¿nos acompañas a la cocina del Sr. Comilón y vemos de qué se trata?
Para la realización de cualquier plato que lleve el brócoli como ingrediente, debemos llevar a cabo una limpieza exhaustiva del mismo, para ello:
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- quitamos todas las hojas que pueda tener.
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- separamos las ramas adheridas al tronco central, dejando libres pequeños ramos o cogollos.
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- cubrimos de agua en un recipiente y añadimos una o dos cucharadas de sal para eliminar cualquier tipo de insecto que se encuentre alojado en las ramas. Lo dejamos así unos 10 minutos aproximadamente. También se puede utilizar un chorrito de vinagre para este fin. Pasado este tiempo, lo sacamos y enjuagamos bajo el agua del grifo quitándole los restos de sal.
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En nuestro caso la vamos a hacer al vapor. Para ello, ponemos unos 500 gramos de brócoli en la parte superior de una vaporera, colador de aluminio o red que acompaña como accesorio a una cacerola.
En la parte inferior echamos aproximadamente un litro de agua, ponemos a fuego medio y tapamos. En unos 5-10 minutos lo tenemos blando. El tiempo dependerá también del grosor de los ramilletes. Reservamos.
En una ensaladera, plato o fuente de cocina de gran tamaño cortamos en trocitos pequeños, una vez lavados y despepitados, un pimiento pequeño rojo, otro verde y otro amarillo. Hacemos lo mismo con una cebolla y uno o dos tomates. Mezclamos todo bien y añadimos una lata pequeña de maíz cocido bien escurrido, un puñado de pepinillos pequeños envinagre troceados y 2 pimientos pequeños en vinagre, también troceados (opcional). A todo esto le añadimos un puñado de aceitunas negras deshuesadas y troceadas y la clara de 3 huevos cocidos.
Añadimos el brócoli y aliñamos todo con sal, vinagre de vino blanco y aceite de oliva al gusto. Lo movemos bien para que se mezclen todos los ingredientes y reservamos en el frigorífico para enfriar antes de comer. Una vez frío servimos en platos y a disfrutar de este sano y apetitoso manjar.