¿Cómo quitamos la tierra de las almejas?
La almeja es un molusco bivalvo, es decir, presenta un caparazón formado por dos valvas (conchas) laterales simétricas unidas por una serie de ligamentos y músculos que accionan su cierre. Las podemos encontrar enterradas en la arena del mar de ahí que presenten en su interior grandes cantidades de la misma. Son muchas las clases de almejas que existen y sus tamaños varían en función de esta. Es muy incómodo comerlas y que nos rechinen los dientes porque no se haya eliminado bien la tierra echándonos a perder nuestro plato. Por ello es muy importante realizar una limpieza exhaustiva de las mismas.
Sea como sea el tipo o el tamaño de las almejas el proceso de limpieza es igual. Para 1 Kg hacemos lo siguiente:
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Una vez que compramos las almejas miramos que estén enteras, que no están rotas y que su carne no esté expuesta al exterior. En ese caso la desechamos.
- Las metemos en un recipiente de un tamaño apto para todas las que tenemos y las cubrimos completamente de agua del grifo.
- Añadimos 3-4 cucharadas soperas de sal fina de mesa y removemos hasta que se disuelva. Las dejaremos así durante 2 horas. Aunque las veamos cerradas veremos cómo poco a poco van soltando restos de tierra e impurezas al agua.
- Cambiamos el agua a la media hora y a la hora realizando el mismo proceso, es decir, añadir la sal hasta disolver. Cuando las cambiamos el agua es conveniente darlas un agua bajo el grifo y meterlas de nuevo al recipiente.
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Pasadas las dos horas tiramos el agua, las lavamos y ya las tenemos listas para hacer nuestra receta.