Aperitivos -entrantes - tapas,  Dificultad: 2,  Receta

Trampantojo de flamenquín

© El Platillo Comilón

 

 

 

INGREDIENTES: (para 4 personas)

 

  • 16 rebanadas finas de pan de molde sin bordes
  • 8 lonchas finas de jamón york cuadrado
  • 8 lonchas finas de queso cuadrado
  • 3-4 huevos
  • Pan rallado
  • Aceite de oliva

 

 

ELABORACIÓN:

 

     Seguro que habéis oído hablar alguna vez del flamenquín, un rollito alargado, empanado y frito, elaborado con un filete fresco de lomo de cerdo, o chuleta totalmente deshuesada, relleno de jamón serrano y queso. Se dice que el origen de esta delicia gastronómica se dio en los años 40-50 del siglo pasado en un municipio de la comunidad autónoma de Andalucía, España, ¿pero en cuál? Algunas fuentes lo sitúan en Bujalance, provincia de Córdoba, y otros lo hacen en Andújar, provincia de Jaén. Fuera uno u otro el municipio donde tuvo lugar su nacimiento, hoy en día lo que podemos asegurar es que este plato se ha convertido en un símbolo de la gastronomía de la zona. Tal fue su éxito que su receta se extendió al resto de España elaborada, eso sí, de distintas maneras y con distintos ingredientes.

 

     Y… ¿el por qué de este nombre? Existen infinidad de posibilidades. Os contaremos algunas:

 

      • puede ser por el aspecto tieso y aflamencado de su apariencia.
      • por su color amarillento, al igual que el uniforme de la soldada flamenca en la época del Rey Carlos I.
      • por su forma recta y rígida, similar a las patas de los flamencos, aves típicas que habitan la vega del río Guadalquivir.
      • o por el primer cerdo, de nombre Flamenco, sacrificado en la matanza otoñal, posterior a la expulsión del último reducto morisco montillano, allá por el año 1511 después de Cristo.

 

     ¿Qué versión os gusta más?, ahí queda eso. Pues bien, desde El Platillo Comilón hemos elaborado una versión muy diferente de este plato que hemos llamado “trampantojo de flamenquín”. ¿Acompañamos al Sr. Comilón a su cocina para ver de qué se trata?

 

     Nuestros flamenquines los vamos a elaborar, en vez de con carne, con rebanadas de pan de molde sin bordes. De ahí lo de “trampantojo”. Ponemos una rebanada de pan de molde sobre una superficie recta, limpia y cubierta con un papel para hornear. Sobre ella, ponemos una loncha fina y cuadrada de jamón york, otra de queso y tapamos con una nueva rebanada de pan de molde, como si de un sándwich mixto se tratase. Con ayuda de un rodillo de cocina lo aplastamos, con muchísimo cuidado de no romperlo, hasta que quede fino y listo para poder enrollarlo y darle la forma típica que tiene los flamenquines. Para mantener fija esta forma cilíndrica, nos podemos ayudar de unos palillos de madera.

 

 

     Hecho esto, pasamos por huevo batido cada uno de los cilindros obtenidos, y, acto seguido, los rebozamos en pan rallado. Elaboraremos 2 por persona.

 

 

     Ponemos una sartén a fuego alto con abundante cantidad de aceite de oliva para freírlos. Una vez caliente, lo ponemos a fuego medio y los freímos con cuidado de no romperlos ni quemarlos. Los sacamos en un plato o fuente de cocina cubierta con papel de cocina absorbente, para eliminar parte del aceite de la fritura, y servimos, por ejemplo, con unas buenas patatas fritas. Seguro que les encanta a los más pequeños de la casa.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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