Snacks de garbanzos crujientes al horno con especias
© El Platillo Comilón
INGREDIENTES: (para 4 personas)
- 400 g de garbanzos sobrantes del cocido madrileño o un bote de garbanzos precocidos
- Una cucharada de pimentón dulce
- Una cucharada de azúcar moreno
- Una cucharada de sal de ajo
- Una cucharada de cebolla molida deshidratada
- Media cucharadita de comino molido
- Media cucharadita de cayena molida
- Media cucharadita de ají molido
- Sal
- 2 cucharadas de aceite de oliva
ELABORACIÓN:
Aquí os traemos una nueva receta elaborada con las sobras del cocido: unos riquísimos snacks de garbanzos crujientes al horno con especias como aperitivo para compartir. Para su elaboración utilizaremos los garbanzos sobrantes del cocido, pero si queremos hacer esta receta, y no hemos hecho cocido con anterioridad, podemos usar un bote de garbanzos en conserva. Si usamos estos últimos, debemos lavarlos con agua del grifo en un escurridor hasta eliminar los restos del líquido donde están conservados. Ya sean unos u otros los que utilicemos, debemos dejar escurrir hasta que queden prácticamente secos. Podemos ponerlos sobre un papel de cocina absorbente y eliminar la mayor cantidad de humedad que nos sea posible, de esta manera el tiempo de horneado será menor y quedarán más crujientes.
En un bol ponemos unos 400 gramos de garbanzos, sin restos del cocido, salamos y añadimos una cucharada de cada una de los siguientes ingredientes: pimentón dulce, azúcar moreno, sal de ajo y cebolla molida deshidratada. También media cucharadita de comino, cayena y ají todo molido. Por último, añadimos 2 cucharadas de aceite de oliva y removemos bien para integrar todo. Deben quedar completamente impregnados de todos los ingredientes que hemos añadido.
Cubrimos la bandeja del horno con un papel apto para tal fin y disponemos sobre él, lo más separados posible entre sí, todos los garbanzos que tenemos. Metemos en el horno a 150-180 º C durante una hora aproximadamente, pero removiendo cada 15-20 minutos, por ejemplo, con ayuda de una cuchara, para que se tuesten uniformemente.
Antes de sacar del horno los probamos, y si tienen el nivel de crujiente que más nos gusta, ya estarían listos. Si no, los podemos dejar un poco más de tiempo, pero con mucho cuidado de que no se quemen. Ricos y fáciles de hacer, ¿verdad?