Sangría al estilo del Sr. Comilón
INGREDIENTES: (para 6-8 personas)
- 10-12 cucharadas de azúcar
- Un chorrito de agua
- Un litro de vino tinto (cuanto más bueno sea, mejor)
- Medio litro de bebida carbonatada tipo gaseosa
- Una copa de coñac
- 2 plátanos
- 2 melocotones
- Una manzana
- Una pera
- Un limón
- Una naranja y el zumo colado de otra
- Hielo
ELABORACIÓN:
El origen de la sangría, una bebida muy refrescante, a la par que alcohólica, típica del verano, se desconoce a ciencia cierta, pero según el parlamento europeo este término solo lo podrán usar, como denominación de origen, España y Portugal. El resto deberán especificar que se trata de una bebida aromatizada a base de vino sin usar el término sangría. Adquiere su nombre, semejante al de la sangre, gracias a su aspecto rojizo.
No se sabe de dónde procede esta bebida, pero lo que sí se sabe, es que se ha instaurado desde hace muchísimos años en España y lo ha hecho para quedarse, hasta tal punto, que hoy día la podemos encontrar en el supermercado envasada en bricks, aunque su sabor nada tiene que ver con la realizada en casa.
Existen muchísimas maneras de elaborar la sangría, y seguro que el sabor obtenido sea distinto en cada una de ellas. Lo que sí está claro son los ingredientes necesarios: vino tinto, cuanto mejor sea, mejor sabrá, limón y naranja con cáscara, frutas diversas, bebida carbonatada tipo gaseosa, canela (opcional), vermut y otros licores (opcional). Hoy, desde El Platillo Comilón, nos apetecía probar una sangría fresquita con la receta que mi abuelo y mi padre elaboraban todos los veranos. ¿Nos acompañas?
En primer lugar diluimos en un cazo pequeño de cocina 10-12 cucharadas de azúcar con un chorrito de agua. Lo ponemos a fuego medio y, sin parar de remover, debemos conseguir que el azúcar forme una especie de almíbar de aspecto claro, no tostado.
Lo añadimos inmediatamente en el recipiente donde vayamos a hacer la sangría. Este debe ser de gran tamaño y hondo como una cacerola, un barreño de plástico, un cuenco de grandes dimensiones, etc. donde habremos echado previamente un litro de vino tinto y el zumo colado de una naranja. Cuanto mejor sea el vino, mejor sabrá nuestra sangría. Mezclamos bien.
¿Por qué diluimos el azúcar en agua caliente? Si la añadimos en frío, no se disolverá del todo, quedando siempre algunos restos en el fondo del recipiente. De esta manera nos aseguramos que no los haya. Pelamos y troceamos 2 plátanos, 2 melocotones, una manzana Golden y una pera en su punto óptimo de maduración. Añadimos también un limón y una naranja troceados pero con la cáscara, de ahí que los lavemos y sequemos bien.
Lo añadimos al recipiente y removemos para que se empapen de vino. Lo único que nos queda por hacer es añadir medio litro aproximadamente de una bebida carbonatada como la gaseosa y una copa de coñac. Mezclamos bien y lo metemos al frigorífico, al menos durante 2 horas, para que la fruta macere y el líquido adquiera un sabor afrutado.
La serviremos en una jarra con hielos para que cada persona se eche en su propio vaso la cantidad que quiera. Y… ¡cuidado que se sube mucho a la cabeza!
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- NOTA: recordad que la sangría no debe quedar muy dulzona, es una bebida cuyo sabor principal lo aporta el vino tinto junto con la maceración de la fruta. En El Platillo Comilón hemos utilizado como frutas el plátano, melocotón, pera, manzana… pero podemos elaborarla con otras frutas, licores o incluso especias como la canela. Todo depende de los gustos que tengamos y el toque que queramos obtener.
2 Comments
Belén
¡Jajajajaja! ¡Te cojo la receta que en estos tiempos hay que cuidarse de la calor!
Miki
Qué rica fresquita!!! Hummmmm…