Pacharán casero

• 2 botellas de anís dulce de 700-750 ml cada una
• 400-500 gramos de endrinas
• 2 palitos de canela en rama
• 12 granos de café tostado

 

• 2 botellas o frascas de cristal de un litro y de boquilla ancha
• 2 tapones
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ELABORACIÓN:

 

     La endrina, conocida también como ciruela silvestre o arañón es el fruto del endrino, un arbusto de origen asiático y europeo cuya maduración se da fundamentalmente a principios del otoño, generalmente en los meses de septiembre y octubre. Lo podemos encontrar de forma silvestre, en pleno campo, pero debemos tener cuidado de no pincharnos con sus espinas cuando cojamos el fruto. Su precio suele ser elevado debido a la dificultad que supone su recolección.

 

     Gracias a la endrina podemos obtener pacharán, mermeladas, compotas, etc. Esta posee un pequeño hueso central y, aun así, su tamaño es muy pequeño, aproximadamente como el de una avellana, de color azulado casi negro y de sabor amargo. Pero el resultado de los productos que podemos obtener con su procesado es excelente.

 

 

     En nuestro caso vamos a hacer 2 botellas o frascas de un litro de capacidad cada una de ellas. Estas deben tener una boquilla más o menos ancha para facilitar la entrada de las endrinas, y ser de cristal ya que las de plástico suelen alterar el olor y el sabor del licor. Debemos esterilizarlas previamente a su rellenado, dejándolas secar al aire libre evitando tocar en la medida de lo posible su interior.

 

 

Si quieres saber cómo esterilizar los botes o frascos de cristal, pasa por mi sección: Técnicas de cocina.

 

 
 

     Existen muchos mitos a la hora de elaborar un licor, uno de ellos es la cantidad de fruta que debemos echar. No por añadir más cantidad de fruta el resultado será mejor. Si en el caso del pacharán añadimos muchas endrinas, el grado de acidez será incluso hasta molesto al paladar y el color rojizo no será mayor, ya que una vez que adquiere cierto tono, ya no aumenta más.

 

     Si utilizamos orujo junto con anís o anís seco o semiseco, podemos añadir azúcar para endulzar, pero ¡con cuidado! Si añadimos mucha cantidad, esta puede que no se disuelva adecuadamente y quede depositada en el fondo de la botella.

 

     Teniendo esto en cuenta y, una vez seleccionadas las mejores endrinas, introducimos entre 200 y 250 gramos aproximadamente en cada una de las botellas. Es por esto por lo que os recomendamos que la boquilla sea ancha. Para ayudarnos podemos usar un embudo, pero si no tenemos podemos hacer uno de papel. Hecho esto, solo nos queda añadir el licor en el que vamos a macerar las endrinas.

 

     Como en muchas otras elaboraciones gastronómicas, el pacharán se puede hacer de distintas formas: con orujo, con anís, mezcla de ambos, y dentro de estos, seco, semiseco, dulce… En nuestro caso hemos optado por hacerlo con anís dulce de 30°. Generalmente venden las botellas de 700-750 mililitros, por lo que con dos valdría. Si la botella es más grande necesitaríamos más cantidad de anís. Es importante que este sea de calidad porque el resultado final también lo será. Llenamos cada una de las botellas hasta llegar al cuello, cerramos herméticamente con un tapón evitando que entre aire y ¡listo! Para no olvidar el día de su elaboración, lo anotamos en una etiqueta y la colgamos o pegamos en la botella.

 

 

¿Dónde debemos dejar las botellas durante el período de maceración? ¿Durante cuánto tiempo?

 

     Lo ideal sería en un armario a oscuras, fácilmente accesible, para poder moverlas al menos una vez a la semana. De esta manera favorecemos el movimiento de las endrinas por su interior homogeneizando en la medida de lo posible la mezcla.

 

     El tiempo de maceración será de 6 meses. Pasado este tiempo el pacharán no mejorará con las endrinas en su interior. Tendemos a creer que, cuanto más tiempo dejemos algo macerar, el resultado será mejor, pero no es así. Eso solo ocurre con el vino, no con los licores, así que tened cuidado con esto.  Teniendo en cuenta la fecha de las etiquetas de la última foto, este pacharán se hizo en septiembre de 2.015, por lo que en marzo de este mismo año ya se podía consumir. Para obtener un licor libre de restos de fruta, granos de café, etc., debemos colar, con ayuda de un colador de tela, el contenido de cada una de las frascas en otro recipiente.

 

 

     Una vez colado, pasamos el licor a una frasca de cristal bien limpia desde la que lo consumiremos directamente. Fácil y delicioso ¿verdad? Espero que lo disfrutéis.