¿Cómo esterilizamos los botes o frascos de cristal para embotar alimentos?
¿Para qué queremos esterilizar un frasco o bote de cristal? ¿Para qué sirve? El éxito de que un alimento esté bien “embotado” se debe en gran medida al tratamiento que se le da a los frascos o recipientes en los que se va a conservar.
Estos deben ser escrupulosamente esterilizados para evitar, en la medida de lo posible, el crecimiento de hongos y bacterias en la superficie de los alimentos y del recipiente. Ya que la finalidad que perseguimos al embotar un alimento es la perdurabilidad de este en el tiempo y en buenas condiciones hasta ser consumido, debemos de realizar una buena técnica de esterilización de los botes, frascos o recipientes contenedores de los mismos. Para ello seguiremos estas premisas:
-
-
-
-
ELECCIÓN ADECUADA DEL BOTE, FRASCO O RECIPIENTE DE CRISTAL: es muy importante elegir un frasco de cristal en buenas condiciones. Podemos usar, tanto un frasco de alimentos que hayamos consumido previamente, por ejemplo de judías envasadas, de setas, espárragos, etc. y que se adecúe a nuestras necesidades, o podemos comprar frascos nuevos. Antes de esterilizar los frascos los lavamos bien, a mano o en el lavavajillas, y quitamos restos de alimentos y de etiquetas de papel que puedan tener adheridas, sobre todo en el caso de los reutilizados. Debemos comprobar que, tanto el cristal como la tapa, no estén dañados. La tapa debe cerrar perfectamente y cerciorarnos de que no hay ninguna fuga de líquido a través de la misma. ¿Cómo podemos comprobar que no se sale el líquido? Llenamos el frasco de agua, lo cerramos, secamos bien y lo ponemos boca abajo sobre un papel de cocina absorbente durante unas horas. Si el papel aparece húmedo, el frasco no nos sirve, tiene fuga.
-
ESTERILIZACIÓN DEL BOTE, FRASCO O RECIPIENTE DE CRISTAL: para esterilizar los frascos necesitamos una cacerola u olla de grandes dimensiones. Metemos los frascos abiertos y las tapas por separado y llenamos la cacerola de agua del grifo hasta sumergirlo todo. Lo ponemos a fuego medio y una vez que empieza a hervir el agua contamos unos 30-40 minutos. Pasado este tiempo retiramos la cacerola del fuego y dejamos enfriar.
-
MANIPULACIÓN DEL FRASCO ESTERILIZADO: una vez que el agua de la cacerola está templada o fría sacamos los frascos uno a uno con ayuda de unas pinzas limpias, al ser posible también esterilizadas, intentando no tocar la parte interna de los mismos. Los colocamos boca abajo sobre un papel de cocina absorbente o un paño de algodón limpio y dejamos escurrir. Una vez secos los podemos dar la vuelta y empezar a realizar el embotado. Al ser posible, la manipulación de los alimentos a embotar se debería hacer con utensilios de cocina (cuchillos, tenedores, cucharas, etc.) esterilizados y sin tocar el alimento directamente con las manos por muy limpias que creamos que las tenemos. Podemos usar guantes estériles para tal fin, de esa manera evitamos la contaminación por contacto del alimento a embotar.
-
SEGUNDA ESTERILIZACIÓN: llenamos el frasco con el alimento, ponemos la tapa, cerramos bien y sometemos al frasco a una cocción al “Baño María”. Si quieres saber en qué consiste esta técnica, pincha aquí.
-
-
-