Museo del helado en Bolonia
Muchos son los que piensan que el helado solo es para el verano, pero desde este espacio creemos que están muy equivocados. El helado se puede comer durante todo el año, llegándolo a utilizar en un sinfín de combinaciones, siendo el complemento perfecto por ejemplo para los postres calientes, aportándoles un toque diferente. Tenemos helados de todo tipo de sabores, algunos más acertados que otros ¡ya existen helados hasta de sabor a berberechos, salmón ahumado, ajo…! ¿Qué sentido tienen todos estos sabores?, ¿por qué hoy día varias firmas famosas de heladerías se dedican a hacer helados sumamente edulcorados para luego ser mezclados con frutas naturales?, ¿por qué intentan imitar artificialmente el sabor de ciertas frutas cuando se podrían utilizar de forma natural?
La esencia del buen helado se está perdiendo. Pero para buenos helados tenemos “los gelati”, helados made in Italy, unos de los mejores del mundo. Y como nuestro Menú Cultural va de arte y sus derivados, qué mejor que unir el helado con un museo: “El Gelato Museum Carpigiani”, situado en Anzola Emilia, una localidad cercana a Bolonia. Este curioso museo recoge, aparte de la historia del helado vinculada directamente con la sociedad e historia italiana, los diferentes procesos de fabricación que se dan hasta su obtención. El helado puede ser considerado hoy día como un postre, un manjar, un antojo o capricho que nos hace disfrutar intensamente y, a veces, incluso, dar un salto de dolor y escalofríos si tenemos alguna caries. Así que se merece tener su propio museo ¿no os parece?
Fue inaugurado en septiembre de 2012 bajo el patrocinio de la empresa Carpigiani, una de las marcas italianas más conocidas de este producto. Esta empresa y su museo hacen una reivindicación a la cultura, historia y tecnología del helado con un programa educativo muy completo para escolares, con “Gelato School”, un laboratorio para experimentar y conocer el mundo del helado, y una programación para todo tipo de públicos enfocando sus distintas actividades para adultos, niños y/o familias llamado “Gelati Emotions”, donde se pueden conocer las propiedades de las frutas, las diferentes medidas y proporciones para la elaboración de recetas, etc., mientras pasamos un rato agradable.
El museo tiene 1.000 metros cuadrados y 20 máquinas de helados originales. Además, cuenta con un archivo de mas de 10.000 fotografías y documentos históricos que invitan al visitante a hacer un recorrido museográfico para conocer la evolución de este tipo de alimento a través de la historia de los pueblos, la antigua Mesopotamia, Egipto, Grecia, Roma y el Medievo, entre otros. Fueron muchos los que experimentaron hasta dar con la creación del helado, desde la elaboración de los conocidos pozos de nieve para mantener la bebida y alimentos fríos, hasta hoy día. Por ejemplo los Medici, en pleno Renacimiento, ya bebian sorbetes en lujosas copas gracias a un tal Cosimo Ruggieri, que entre otras profesiones, era conocido alquimista, aunque la autoria del helado en sí queda hoy día por definir con exactitud.
En el siglo XIX todo fue mucho más fácil y hubo un sinfín de inventos que hicieron que crear helados se convirtiera en un negocio. En el siglo XX la tecnologia hizo que estos helados fueran ya productos mecanizados, para pasar a convertirse a partir de 1950 en un producto industrial. Es este un museo totalmente innovador que, desde aquí, os recomendamos visitar si os encontráis por esos lares y si la temática es de vuestro agrado. ¿Os recuerda esto a alguna fábrica de helados que ha hecho y sigue haciendo las delicias de los más pequeños?, ¿y de otro tipo de productos? Nos puede recordar, eso sí, en versión española, a los helados de Frigo, la fábrica de galletas Cuétara, la de caramelos Fiesta, etc. Aunque estas fábricas nunca han tenido la idea de crear un museo, las visitas que se programaban con el colegio a sus instalaciones nos enseñaba un mundo nuevo, un mundo de sabores inigualebles.
Siempre podéis contarnos vuestras experiencias similares a esta o no. Estaremos encantados de leer vuestra aportación personal.
One Comment
miki
Que ricos los heladitos italianos. Interesante y curioso. Saludos