La Cacharrería del Sr. Comilón

La Cacharrería del Sr. Comilón: la romana

 
© El Platillo Comilón

 

     Hoy, en la cacharrería del Sr. Comilón, os presentamos un utensilio para pesar que seguro más de uno de vosotros ha visto y utilizado alguna vez: la romana. Aunque anteriormente otros pueblos y civilizaciones ya contaban con distintos métodos de pesada, fueron los romanos, en la era antes de cristo, quienes la inventaron. Fue creada fundamentalmente para pesar mercancías entre los  comerciantes de la época, agricultores, entre otros, desarrollando así  el comercio. Una de las obsesiones que ha perseguido al ser humano a lo largo de la historia, fuera la época que fuera en la que le tocara vivir, ha sido tenerlo todo bien medido, pesado… en definitiva, tenerlo todo bien controlado.

 

 

     La romana es fácil y ligera de manejar. Por lo general, está hecha de hierro, y, como en todos los instrumentos de medida o pesada existe un margen de error. Hoy en día, si su estado de conservación, con el paso de los años, no ha sido el adecuado, podremos encontrarla totalmente oxidada y de color negro.

 

-Astil: barra asimétrica y alargada de hierro que constituye el soporte del resto de componentes. Del extremo más corto cuelga un gancho o un plato, colgado por cadenas, donde se coloca el producto  a pesar, y, en el extremo más largo, graduado, se desliza una pesa fija para hacer contrapeso.

 

 

 

-Punto de equilibrio: gancho o anilla donde se meten uno o varios dedos para sujetar toda la estructura.

 

 

 

-Gancho o plato para colgar o apoyar el producto a pesar.

 

 

 

-Pesa: esta es fija, es decir, no se puede quitar ni sacar del astil, pero sí se puede deslizar por él para darnos el peso.

 

     ¿Por vuestro pueblo nunca ha pasado una furgoneta vendiendo fruta y hortalizas? Por mi pueblo sí, iba pitando por las calles y con un megáfono iban diciendo lo que se vendía. La gente salía a la calle, la paraba para comprar y el vendedor pesaba los productos que le pedían con una romana. Hoy día todo esto está prácticamente extinguido, es fruto del pasado. Así mismo, la romana ha quedado relegada a un segundo plano debido a  la invención de los pesos y balanzas digitales. Como podéis ver, la modernidad y los avances llegan a todas partes y sectores de la sociedad. En la cocina es muy importante el uso, en muchos casos, de una balanza o peso porque hay recetas cuyos ingredientes deben ir perfectamente pesados para que la receta salga bien.

     Hoy en día sigo manteniendo vivo el recuerdo de mi abuelo cuando pesaba patatas, melones, naranjas, etc. con ayuda de una romana antigua, de muchos años, oxidada y dañada con el paso del tiempo. Siempre me había preguntado cómo lo hacía y, tras enseñarme, alguna vez lo hice yo mismo.

 

 

 
 
 

 

 

 

 
 
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One Comment

  • miki

    En casa de mi abuela teníamos una. Curioso utensilio.

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