Aves y carnes,  Caza,  Receta

Jabalí en salsa teriyaki con minizanahorias

© El Platillo Comilón
 

 

 
INGREDIENTES: (para 4 personas)
 
  • 450 g de carne de jabalí
  • 400 g de zanahorias pequeñas
  • 6 cebolletas de las finas y alargadas o 2-3 de las grandes
  • 4 cucharadas de salsa teriyaki
  • 2-3 cucharadas de miel
  • Una cucharadita de pimienta negra molida (opcional)
  • Un chorrito de agua
  • Aceite de oliva
  • Sal
 
 
 
 
ELABORACIÓN:
 

     La carne de jabalí ha cobrado muchísimo interés hoy día, sobre todo, en las mesas de los cocineros de autor, aunque durante muchísimos años ha sido una de las carnes más cotizadas por su intenso sabor, su aroma y por tener menor cantidad de grasa, por ejemplo, que la del cerdo. Estas características aportan a nuestros platos infinidad de posibilidades y, sobre todo, sabor, ya que podemos mezclarla hábilmente con ingredientes dulces, como son las mermeladas o las compotas de frutas.

 

 

     Si la carne la compramos en cualquier supermercado de alimentación o carnicería, tendremos la seguridad de que es apta para su consumo, pero si la obtenemos por medio de la caza directa o indirecta del animal, debemos tener en cuenta ciertas precauciones sanitarias en cuanto a su manipulación y consumo.

 

     Se recomienda no consumir la carne de aquel jabalí que no haya sido previamente analizada por un veterinario oficial, autorizado legalmente para ejercer sus funciones, por el riesgo de contraer la triquinosis.

 

     La triquinosis es una enfermedad producida por un parásito conocido como “Trichinella spiralis” cuyas larvas se enquistan en la carne de este animal, así como también en la del cerdo. Al consumir esa carne, el parásito pasa al ser humano desarrollándose una sintomatología típica a base de vómitos, sudoración excesiva, diarreas, dolor de cabeza, fiebre, dolor muscular, etc. Dependiendo del grado de parasitación que haya, pueden aparecer trastornos muy graves para la salud.

 

 

     Para poder llevar a cabo el diagnóstico de la presencia de este parásito en la carne del jabalí, es necesario tomar una muestra con una cantidad mínima de 50 gramos e identificarla de forma exhaustiva. Esta muestra debe ser de varias partes:

 

      • de los músculos intercostales.
      • de los pilares del diafragma.
      • de los maseteros.
      • de la base de la lengua.
      • del músculo de la parte inferior de la pierna.

 

 

     El parásito puede resistir a distintas técnicas de procesado de la carne como a la desecación, salazón y embutido. El transporte de las piezas de carne debe realizarse en las mejores condiciones posibles de limpieza, hasta su conservación en el frigorífico. Teniendo todo esto en cuenta, no habrá ningún problema en su consumo.

 

     Hoy, desde la cocina de El Platillo Comilón, os traemos un rico plato cuyo protagonismo reside en la carne del jabalí. Pero… ¿nos sigues y ves de qué se trata?

 

     La carne de jabalí la hemos comprado envasada al vacío y lista para su cocinado en un supermercado de alimentación. Los trozos eran muy grandes, pero los hemos cortado en otros de unos 3-4 centímetros.

 

 

     Ponemos un chorrito de aceite de oliva en una sartén grande a fuego alto y añadimos la carne de jabalí junto con una cucharadita de pimienta negra recién molida (opcional). Salamos.

 

 

     Limpiamos y lavamos unos 400 gramos de zanahorias pequeñas para retirar cualquier resto de tierra o polvo que puedan tener. Las añadimos enteras a la sartén, sin pelar. Si no encontramos de ese tamaño, podemos utilizar zanahorias normales y cortarlas en trozos más pequeños.

 
 
 

     Limpiamos unas 6 cebolletas de las finas y alargadas o 2-3 de las grandes, las cortamos en rodajas pequeñas y las añadimos también a la sartén. Sofreímos todo durante unos 15 minutos a fuego medio, removiendo a menudo para que no se nos queme. Pasado el tiempo, añadimos un chorrito de agua para desglasar la sartén. De esta manera obtendremos una salsita ligera con los restos de ingredientes que se habían adherido al fondo.

    Añadimos 4 cucharadas de salsa teriyaki, que podemos encontrar fácilmente en cualquier supermercado de alimentación, y 2 o 3 de miel, removiendo todo bien a fuego medio-bajo durante 5 minutos más. Una vez que todo quede ligeramente caramelizado, lo tendremos listo para servir. Fácil y delicioso, ¿verdad?

 

 

 

 
 
 
 

 

 
 
 
 
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