Chips de berenjena con un toque de miel

INGREDIENTES: (para 4 personas)

• 2-3 berenjenas medianas
• Harina
• Sal fina
• Sal en escamas
• Aceite de girasol para freír
• Miel (en nuestro caso hemos utilizado de romero)

ELABORACIÓN:

   La berenjena es una hortaliza baja en calorías y rica en fibra y en antioxidantes, como las antocianinas y los flavonoides, que ayudan a combatir el envejecimiento o estrés oxidativo de nuestro organismo. En otras ocasiones, hemos hablado mucho de ellas y hemos elaborado varias recetas, pero la que os traemos hoy hará la delicia de muchos: chips de berenjena con un toque de miel. ¿Acompañamos al Sr. Comilón a la cocina para ver de qué se trata?

    Para hacer esta receta compraremos 2 o 3 berenjenas frescas, sin daños en su superficie ni pasadas al tacto o con manchas. Su piel debe estar tersa, brillante y no muy dura porque esto le transmite mayor amargor. Las lavamos, quitamos la posible suciedad que puedan tener adherida y las secamos. Con ayuda de un cuchillo retiramos la parte donde se encuentra el rabo y ya las tenemos listas para cortar en rodajas finas. Las haremos más o menos del mismo grosor, no más de medio centímetro aproximadamente. Cuanto más finas, más crujientes nos quedarán. Si tenemos una mandolina nos saldrán perfectas.

Al cocinar esta hortaliza tiende a amargar un poco; para que no nos altere el sabor final de nuestra receta, entra en esta Técnica de cocina y te explicamos cómo hacerlo. Para la elaboración de nuestros chips crujientes de berenjena hemos optado por el truco n° 1.

     Una vez que las tenemos listas para cocinar, pasaremos cada rodaja por harina quitando el exceso que pueda quedar adherido. Las sacudiremos hasta que quede una capa muy fina y ligera de harina. Mientras, ponemos una sartén de gran tamaño con unos dos dedos de aceite de oliva o de girasol a fuego medio. En este caso os recomendamos que lo hagáis con aceite de girasol porque, gracias a su alto punto de humeo y a su sabor neutro, nuestros chips de berenjena absorberán menos cantidad de grasa durante la fritura.

     Os recomendamos hacerlas en tandas de pocas cantidades para evitar que la temperatura del aceite baje, dejando que se doren bien por ambos lados. Si vemos que el fuego está muy fuerte, lo bajamos y retiramos la sartén para evitar que se quemen.

    Preparamos un plato con un papel de cocina absorbente y las vamos depositando en él para que vayan escurriendo el aceite de la fritura. Inmediatamente las pasamos a una fuente o plato hondo, ya sin papel, y las sazonamos con un poco de sal en escamas y un buen chorro de miel, que en nuestro caso ha sido de romero. Y ya las tenemos listas para degustar. ¡Fácil y rico!, ¿verdad? ¡Seguro que repetís!