Trucha albardada rellena de beicon, queso y tiras de pimientos rojos asados
INGREDIENTES: (para 4 personas)
- Una trucha asalmonada de 1,2 kg aproximadamente
- 3 patatas de tamaño mediano
- Un tomate maduro de tamaño mediano
- Media cebolla
- 2-3 lonchas finas de queso semicurado para sándwiches
- Unas 25 lonchas de beicon finas
- Unas cuantas tiras de pimientos rojos asados
- Sal rosa del Himalaya o, en su defecto, normal
- Pimienta negra de Jamaica recién molida o, en su defecto, pimienta negra normal
- Un chorrito de zumo de limón (opcional)
- Un vasito de vino blanco
- 2-3 ramitas de perejil fresco
- Un chorrito de aceite de oliva
NOTA: la técnica de albardar consiste en cubrir o envolver una pieza de carne o pescado con unas finas láminas o lonchas de tocino de cerdo (beicon) para potenciar su jugosidad, evitando que quede seca al cocinar.
ELABORACIÓN:
La trucha es un pescado azul de agua dulce que vive en aguas frías y limpias de lagos y ríos, aunque hay alguna especie que vive en el mar. Su cuerpo es liso salteado con motas de distintos colores y su carne puede ser rosada o blanca, dependiendo de la alimentación que haya llevado. De ahí que distingamos entre truchas asalmonadas y blancas. Su color cambia dependiendo de ciertas circunstancias mimetizándose perfectamente con su medio.
Actualmente, casi todas las truchas que consumimos en España, proceden de piscifactorías, aunque las podemos encontrar en aguas de Europa, norte de Asia y Norteamérica durante todo el año.
Debido a la jugosidad de su carne se suele preparar de muchísimas maneras, pero la más conocida es rellena de beicon o jamón serrano al horno o ahumada. Su alto contenido proteico y en Omega 3, potasio y fósforo es ideal para los sistemas nervioso y muscular. Si a esto le añadimos su bajo contenido en grasas, le convierte en un pescado muy nutritivo e ideal para dietas hipocalóricas.
Hoy, en la cocina de El Platillo Comilón, hemos elaborado una rica trucha albardada rellena de beicon, queso y tiras de pimientos rojos asados. Acompañemos al Sr. Comilón y veamos de qué se trata.
Cuando vayamos a la pescadería a comprar la trucha, le pediremos a nuestro pescadero de confianza que nos la prepare adecuadamente para rellenar y hornear. Con una pieza de unos 1200 gramos de peso es más que suficiente para 4 personas. Debe quitar las escamas, cortar las aletas, eviscerar y quitar la cabeza. Debe quedar completamente abierta por un solo lado, como si de un libro abierto se tratara.
Una vez en casa la lavamos bien por dentro y por fuera y retiramos las espinas que veamos con ayuda de unas pinzas para tal fin.
De esta manera la tenemos lista. Reservamos. Encendemos el horno y precalentamos a 180ºC tanto en su parte superior como inferior.
En la base de una fuente grande apta para hornear disponemos las rodajas de 3 patatas peladas y cocidas de tamaño mediano con un chorrito de aceite de oliva.
Paras saber cómo debemos cocer las patatas, pasa por mi sección: Técnicas de cocina.
A continuación, cubrimos las patatas con rodajas, no muy gruesas, cortadas de un tomate maduro de tamaño mediano. Sobre ellas esparcimos media cebolla cortada en tiras largas y finas, junto con unas ramitas troceadas de perejil fresco. Reservamos.
Salpimentamos la trucha, tanto por su parte interna como externa, con sal rosa del Himalaya y pimienta negra de Jamaica recién molida. La primera aporta un ligero toque amargo y más salado que la sal común de mesa y la segunda un potente aroma y sabor tan característicos que la hacen única. Si no disponemos de ellas, podemos usar sal común y pimienta negra molida.
Disponemos la trucha abierta sobre una superficie limpia, con la cara interna hacia arriba, y rellenamos:
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- cubrimos uno de los lados con unas tiras finas de beicon sin corteza y sin ternillas.
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- sobre estas disponemos unas lonchas finas de queso semicurado para sándwiches.
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- y, por último, cubrimos con tiras de pimientos rojos asados.
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Para saber cómo se hacen los pimientos rojos asados, pincha AQUÍ o en la imagen.
Hecho esto, cerramos el lomo de la trucha con mucho cuidado y lo envolvemos por completo con lonchas finas de beicon (a esta técnica se le conoce como albardar).
Las podemos superponer unas a otras para que no quede nada sin cubrir. Disponemos sobre la bandeja que teníamos preparada con el resto de ingredientes, añadimos unas ramitas troceadas de perejil fresco, rociamos sobre todo ello un vasito de vino blanco, un chorrito de limón (opcional) y lo metemos sobre la rejilla en la parte media del horno.
Dejamos durante 15-20 minutos, o hasta que veamos que el beicon está prácticamente hecho, sin abrir la puerta del horno. Pasado el tiempo, sacamos, cortamos en trozos para cada uno de los comensales y servimos, por ejemplo, con un buen vino blanco. ¿Qué os parece?, deliciosa, ¿verdad?