Salsa de queso azul

• 150 g de queso azul tipo Gorgonzola, Cabrales, Roquefort…
• 250 ml de nata líquida para cocinar (algo más de un brick de los pequeños)
• Un chorrito de aceite de oliva

ELABORACIÓN:

     ¿Os habéis preguntado alguna vez por qué se dice que el queso es azul y huele tan fuerte? Se le denomina queso azul porque presenta tonos azulados que le hace ser único. Este color se consigue gracias a la fermentación de la leche con la que se elabora con un moho específico. Al mezclar ambos, se liberan una serie de bacterias que son las encargadas de aportar ese color y aroma tan característicos.

     La salsa de queso azul es muy sabrosa y sencilla de elaborar y la podemos usar para acompañar carnes, pescados, pastas, ensaladas… Su sabor dependerá del tipo de queso azul que utilicemos: Gorgonzola, Roquefort, Stilton, Cabrales… aunque todos ellos son muy similares entre sí. Cuanto más intenso sea este, más fuerte será el sabor de la salsa. ¿Nos acompañas y la hacemos?

    Para hacer esta salsa hemos usado 150 gramos de queso azul Gorgonzola, el cual tiende a ser algo picante y salado al paladar, de ahí que no echemos sal. Lo cortamos en trocitos pequeños o dados y lo echamos en un cazo de cocina con un chorrito de aceite de oliva a fuego medio bajo. A medida que se va calentando, este se va deshaciendo. Una vez deshecho completamente, añadimos unos 250 mililitros de nata líquida para cocinar. Teniendo en cuenta que los bricks pequeños suelen ser de 200 mililitros, añadiremos un brick y un poquito más. Podemos añadir tanta cantidad de nata como queramos de líquida la salsa, pero debemos tener en cuenta que debe quedar con una textura algo densa.

     Llevamos a ebullición sin parar de remover, para mezclar y evitar que se nos pegue en el fondo del cazo. Dejamos cocer unos 2-3 minutos como mucho y nuestra salsa está lista para acompañar cualquier plato.