Manzanas de caramelo o caramelizadas (Menú de Cine)
© El Platillo Comilón
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- 4 manzanas rojas duritas (no harinosas)
- 300 gr de azúcar
- Zumo colado de medio limón
- 2 cucharadas de agua
- 100 gr de mantequilla
- Una cucharadita de colorante alimenticio rojo
* Necesitamos 4 palos de madera para insertar en cada una de las manzanas y así poder manejarlas y sujetarlas a la hora de comer.
* Para que el caramelo se fije en la superficie de la manzana necesitamos un cuenco grande con agua fría y hielo. Luego te explicamos cómo lo hacemos.
ELABORACIÓN:
La manzana caramelizada es un dulce muy llamativo por su color y sabor, que se suele vender en los puestos de las ferias ambulantes, en los circos o en todos aquellos sitios en los que haya cierto ocio y disfrute infantil. Aún recuerdo, cuando siendo un niño, iba con mis padres a la feria de los pueblos de alrededor y las veía tan bien colocadas listas para llamar la atención del visitante. Hoy, de la mano del Sr. Comilón, tenemos la oportunidad de hacer este dulce de forma fácil y barata en casa. ¿Nos acompañas a la cocina?
Haremos una manzana por persona. Es importante que las compremos rojas, sin ningún golpe o desperfecto y, al ser posible, duras, no con esa textura harinosa que presentan en ocasiones. Las lavamos, secamos bien, quitamos el rabo con cuidado de no romperlas y las insertamos un palo de madera en el hueco que deja este. Intentaremos que llegue hasta el otro lado sin que se vea, sin atravesarla.
Una vez preparadas nos disponemos a hacer el caramelo. Ponemos en un cazo de cocina a fuego medio-bajo 300 gramos de azúcar (pincha AQUÍ para ver las medidas y equivalencias en nuestra cocina), el zumo colado de medio limón y 2 cucharadas de agua. Removemos para que el azúcar se vaya disolviendo poco a poco y, una vez que este torna de color, un ligero tono tostado, no del todo, añadimos 100 gramos de mantequilla. Removemos hasta deshacer, momento en el que echamos una cucharadita de colorante alimenticio rojo. Mezclamos bien para que la mezcla adquiera un color rojizo uniforme y listo para impregnar nuestras manzanas.
En un lado de la mesa en la que lo vayamos a hacer, preparamos un cuenco grande con agua fría y hielo para fijar el caramelo a la superficie de la manzana, y, al otro, un recipiente con el caramelo. Os recomendamos que este sea alto y estrecho, como el tamaño de la manzana, para sumergirla por completo y asegurarnos que quede bien cubierta.
Cogemos la manzana por el extremo del palo que la habíamos insertado y la sumergimos en el caramelo, casi por completo, sin llegar a manchar el palo ni cubrir la zona donde estaba el rabo.
Seguidamente la sumergimos en el cuenco de agua fría y hielo y la hacemos girar para que el caramelo solidifique por acción del frío.
Hecho esto, la sacamos, dejamos escurrir y la depositamos en una fuente de cocina, plato o similar con el palo hacia arriba. Esto lo haremos con cada una de ellas. Tened cuidado si las ponéis sobre un papel de aluminio o absorbente porque este se queda pegado a la manzana y es dificilísimo retirar.
Para que el caramelo solidifique aún más, las podemos meter en el frigorífico y sacarlas cuando vayamos a comer. ¿Fácil verdad? ¡Pues animaos! ¡Daos un capricho!
2 Comments
miki
Perfecto para una de mis bajadas de azúcar. Ñam ñam ñam
Irene Gonzalez
Me encantaba comerlas de pequeña en ferias!!!! Que recuerdos!!