El gusto en alegoría
El gusto (1.618), Pablo Rubens y Brueghel el Viejo; Museo del Prado, Madrid (España)
El gusto tiene diferentes sentidos y vertientes en el arte del buen comer y también en el buen beber, ¿por qué no?, nos da muchas satisfacciones. Nuestras papilas gustativas disfrutan enviando sensaciones placenteras a nuestro cerebro en un proceso maravilloso. Sobre gustos no hay definición real o fiel. Por ejemplo, en lo que a sabores se refiere, a cada persona un sabor dulce o amargo, por decir alguno, le puede variar tanto que francamente es difícil dar una definición adecuada sobre lo que se está probando. En rasgos generales sí, pero en cuanto a las peculiaridades, los matices son muy distintos. La definición de gusto que da la R.A.E. (Real Academia Española de la lengua), en términos dentro del contexto de la comida es: “sentido corporal con el que se perciben sustancias químicas disueltas, como las de los alimentos. Sabor que tienen las cosas».
La serie de los cinco sentidos que se conserva en el Museo Nacional del Prado, Madrid (España), es una de las colaboraciones entre Brueghel, el Viejo, y Rubens, aunque según ciertas investigaciones ha quedado demostrado que realmente quien trabajó más en estas alegorías fue Brueghel. Esta obra, de origen flamenco, fue muy requerida y estuvo muy de moda durante el siglo XVII, extendiéndose así su interés por el resto de Europa.
Cuando estamos en directo ante esta obra, podemos ver un abigarramiento de alimentos, objetos y animales en una gran composición para un tamaño pequeño. Podríamos considerar que estamos ante un trabajo de miniaturista, lo que nos lleva a recordar la formación de Brueghel con su abuela, María Bessemers, miniaturista. Es curioso como para representar el gusto han cuajado la obra de animales vivos y muertos en la creación de multiples bodegones.
Detalle de frutas y animales muertos
Podemos estudiar la obra de forma individual y en conjunto, ya que la información que ofrece es muy amplia. Es una pintura muy delicada con la que uno se debe entretener por la gran cantidad de detalles que encierra. Por ello, os invitamos a que un día hagáis una visita al Museo del Prado y podáis conocer in situ los sentidos a través de la pintura.
Por otro lado, hay una protagonista, una mujer joven que es servida por un sátiro y que está disfrutando del placer de comer suculentos platos y manjares, como es el plato de ostras que aparece junto a ella.
Detalle de una mujer comiendo y bebiendo
Todo lo representado tiene un gusto fino y delicado que nos cuenta, entre pinceladas, que este tipo de pinturas era para la realeza y la nobleza. Si queréis conocer más información y detalles sobre esta obra, pincha AQUÍ.
One Comment
miki
Como me gustan vuestros post culturales,siempre interesantes, gran trabajo.