Dificultad: 3,  Frutas,  Postres y dulces,  Receta

Coca o torta de cerezas con un toque de anís

© El Platillo Comilón

 

INGREDIENTES (para 3 cocas de tamaño mediano)

  • 350 g de harina de trigo (2 tazas aproximadamente)
  • 70 g de azúcar (no llega a la media taza)
  • 100 ml de leche entera (1/2 vaso de los de agua)
  • 3 huevos
  • 50 ml de aceite de oliva
  • 15 g de levadura prensada
  • Una pizca de sal
  •  Un chorrito de anís
  • Cerezas
  • Azúcar para espolvorear

 

*Equivalencias de peso y líquidos…“aquí

 

ELABORACIÓN:

     La coca es el nombre que, con el paso de los años, se le ha venido aplicando a una serie de tortas, panes y pasteles dulces o salados típicos en las zonas mediterráneas de Cataluña, Islas Baleares y Comunidad Valenciana entre otras. Suelen estar asociadas a determinadas festividades como son el día del Corpus Christi (Cuerpo de Cristo), la noche de San Juan, festejada en la noche del 23 al 24 de junio, etc.  Aunque podemos hacerlas en cualquier momento del año, ¿por qué no?

     La festividad del Corpus está emparejada con motivos de carácter religioso, específicamente de la iglesia católica. Se celebra tradicionalmente 60 días después del domingo de resurrección. Como curiosidad astronómica, esta festividad se celebra el jueves que sigue al noveno domingo después de la primera luna llena de la primavera en el hemisferio norte. En muchos países, debido a que cae en día de diario, es decir, en día laboral, se decidió pasarla al domingo de esa misma semana.

     En cuanto a la noche de San Juan, se celebra la víspera del día 24 de junio, aunque por el día, son muchos los pueblos que  sacan en procesión la imagen de San Juan Bautista. Esta se ha convertido en una festividad de múltiples celebraciones, aunque en la actualidad, la más celebrada es la de carácter pagano. El solsticio de verano es el día 21 de junio, donde la noche es la más corta del año, pero la iglesia católica lo ha adaptado con el paso de los años a esta festividad.

 

 

     Esta noche está llena de multitud de rituales para espantar los malos augurios, desde andar descalzos sobre brasas incandescentes, quemar muebles, ropa o cosas viejas asociadas a malos recuerdos, etc. El fuego es ensalzado como símbolo de la renovación, siendo muchas las costumbres asociadas a esta festividad y todas ellas distintas dependiendo del área geográfica en la que nos encontremos.

     Pero casi toda festividad que se precie lleva emparejado un plato o dulce típico y, en estos casos, es la coca. Para que os hagáis una idea, en Reus, Cataluña, el día del Corpus es el día de la coca o torta de cerezas, coincidiendo también con la época de su recolección. Y si no, que se lo digan a los que viven de ello en uno de los valles más famosos de España donde se cultiva, pero no el único, el valle del Jerte.

 

 

     Por todo ello, desde nuestra cocina, y recién horneada para hacer homenaje a esta fruta, os traemos la coca o torta de cerezas con un toque de anís. ¿Nos acompañas a la cocina para elaborar este delicioso dulce?

     Llenamos un vaso de los de agua más o menos por la mitad de leche entera (unos 100 mililitros aproximadamente) y la metemos un poco al microondas para templarla, no para calentarla. Después añadimos 15 gramos de levadura fresca prensada y la deshacemos muy bien con ayuda de una cucharilla hasta que no quede ni un grumo. Reservamos.

     En una fuente de cocina grande y honda ponemos 350 gramos de harina de trigo (2 tazas y media aproximadamente), 70 gramos de azúcar (no llega a la media taza) y una pizca de sal. Hacemos un agujero en el centro a modo de volcán y añadimos 2 huevos batidos, junto con 50 mililitros de aceite de oliva, un chorrito de anís y la leche con la levadura ya disuelta.

 

 

     Removemos bien hasta mezclar todos los ingredientes y obtener una masa uniforme sin que llegue a pegarse en las manos. Si queremos que nuestra coca quede más dulce, podemos añadir más cantidad de azúcar.

     Hecho esto, damos forma de bola a la masa y, para que la levadura actúe, dejamos reposar durante 1 hora en el mismo recipiente tapado con un paño de cocina. Lo dejaremos a temperatura ambiente en un lugar donde no haya corrientes de aire o en un lugar caliente de la casa, ya que las bacterias de la levadura no actúan con frío.

 

 

     Pasada la hora, sacamos la bola de masa de un tamaño mayor que el inicial, debido a la fermentación ejercida por la levadura, y la ponemos sobre una superficie de trabajo lisa con un poco de harina espolvoreada para evitar que se pegue.

 

 

     Con ayuda de un rodillo de cocina la estiramos hasta obtener un grosor de 1-1,5 centímetros.

 

 

     En nuestro caso hemos dado a nuestra coca una forma circular, pero la podemos hacer también cuadrada o rectangular. Para darla esa forma nos hemos ayudado de la abertura de un cuenco de gran tamaño. Según estiremos la masa nos saldrán más o menos cocas, que iremos colocando sobre la bandeja del horno tapada con un papel apto para hornear.

 

 

     Lavamos y secamos bien la suficiente cantidad de cerezas como para cubrir la superficie de todas las cocas. Las colocamos sobre cada una de ellas, no muy separadas unas de otras, porque al hornear, como la masa aumenta su tamaño, las desplazará. Las hundimos bien con los dedos para que queden insertadas en la propia masa.

 

 

     Batimos un huevo y, con ayuda de un pincel o brocha de cocina, pintamos la superficie de todas ellas, incluidas las cerezas.

 

 

     Espolvoreamos por toda la superficie azúcar y las metemos al horno, precalentado previamente a 180 º C. En el momento en que la masa quede perfectamente horneada, las sacamos y volvemos de nuevo a espolvorear azúcar por toda su superficie.

 

 

     Para probar este manjar debemos esperar a que se temple o enfríe. Nuestra barriga lo agradecerá. Después, podemos comer tanta cantidad como queramos.

 

 

 
 
 

 
 
 
 
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