Salsa brava al estilo del Sr. Comilón
© El Platillo Comilón
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- Una cebolla
- Un diente de ajo
- Una punta de jamón serrano sin hueso
- Media cayena
- Media cucharadita de pimentón dulce
- Media cucharadita de pimentón picante (opcional)
- Un vaso de salsa de tomate casera o de tomate natural triturado enlatado si no tenemos la anterior
- Una cucharadita de azúcar
- Un chorrito de vinagre de vino blanco suave
- Una cucharadita de harina (opcional)
- Aceite de oliva
- Sal
ELABORACIÓN:
Cuando pensamos en la salsa brava nos viene inconscientemente a la cabeza las patatas fritas con las que podemos acompañarla, aunque son muchos los platos en los que podemos usarla. Pero las patatas a la brava se han convertido en todo un símbolo en nuestra cultura del tapeo. Parece ser que su origen tuvo lugar en la capital española, Madrid, aunque su repercusión ha traspasado fronteras.
¿Se llamará salsa “a la brava” por su sabor picante? Quién sabe, pero lo que sí sabemos es que, al igual que en otras recetas de salsas, guisos, postres, etc. existen muchas variedades en su elaboración. Hay cocineros que consideran que debe ser elaborada con una base de salsa de tomate y otros que defienden la ausencia de esta, obteniendo el color rojizo o anaranjado de la salsa brava gracias al pimentón.
Discusiones aparte, desde aquí, desde El Platillo Comilón, vamos a elaborar una salsa que espero haga las delicias de más de uno de vosotros.
Pelamos y cortamos una cebolla y un diente de ajo en trozos pequeños y finos. Lo sofreímos con un chorrito de aceite de oliva en una cacerola o sartén junto con una punta de jamón serrano no muy seco para evitar que nos aporte un sabor rancio a la salsa.
Incorporamos media cayena, media cucharadita de pimentón dulce y otra media de picante. Si no os gusta que la salsa pique mucho, evitaremos echar el pimentón picante sustituyéndolo por dulce. Dejamos que este se sofría, con cuidado de no quemarlo o hacerlo demasiado porque potencia su sabor amargo, y añadimos un vaso de los de agua de salsa de tomate casera. Si en ese momento no tenemos, podemos sustituirla por tomate natural triturado de bote. Si quieres saber cómo hacer salsa de tomate casera, pincha en la imagen.
Removemos todo bien y dejamos cocer entre 10-15 minutos aproximadamente a fuego medio-bajo. Pasado este tiempo echamos un chorrito de vinagre de vino blanco suave, mezclamos bien, retiramos la punta de jamón y con ayuda de una batidora trituramos todo. La salsa no debe quedarnos muy líquida, si nos pasa esto podemos solucionarlo cogiendo en un vasito un poco de salsa y diluyendo una cucharadita de harina, para echarlo posteriormente al resto mezclándolo bien. Esto hace que espese un poco. Con esto ya la tenemos lista para disfrutar con patatas, carnes… para lo que queráis.
One Comment
Mamen
Qué ricas las patatas bravas, ¡y más con tu salsa !!!