La Cacharrería del Sr. Comilón: la yogurtera
Hoy, en la Cacharrería del Sr. Comilón, queremos prestar atención a un pequeño electrodoméstico de cocina que ha caído por completo en el olvido, o casi, porque en la actualidad se está poniendo de nuevo de moda. Se trata de la Yogurtera, pero… ¿sabéis quién la inventó? Esto sí que es curioso. Os dejamos un documental de la vida del inventor de la yogurtera. Seguro que no os deja indiferente a nadie.
Título original: Hafner’s Paradise (El Paraíso de Hafner)
Año: 2007
Duración: 74 minutos
País: Austria
Director: Günter Schwaiger
Guión: Günter Schwaiger
Música: Ulrich Fussenegger, Bernhard Lang, Ernesto Molinari
Fotografía: Juan Lucas
Productora: Coproducción Austria-España
Género: Documental, Nazismo
SINOPSIS DEL DOCUMENTAL
El documental habla de Paul Hafner, un hombre alemán de ochenta y tantos años, que lleva más de cincuenta viviendo en España. Se hizo millonario, entre otras cosas, gracias a la invención de la tan conocidísima “yogurtera”. Pero la imagen inofensiva de este anciano no tarda en desmoronarse en el paraíso particular que parece haber encontrado en España. Al igual que muchos otros oficiales del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, conocido coloquialmente como Partido Nazi, activo en Alemania entre 1920 y 1945 y cuya ideología se sustentaba en el nazismo, encontró refugio en la España de Franco. En él no se aprecia consciencia, arrepentimiento ni mucho menos remordimiento alguno por los males del pasado en la Segunda Guerra Mundial. Sigue alzando su brazo derecho con orgullo para hacer el saludo nazi y, ante todo, sigue negando la existencia del Holocausto.
Tráiler del documental: El paraíso de Hafner (en alemán con subtítulos en inglés)
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Rara era la cocina de los años 80 que no estuviese dotada de esta última tecnología en la fabricación de yogures caseros. Hoy día, los yogures son accesibles, en cuanto a su coste se refiere, pero antes… ¿os acordáis cuando los vendían solo en farmacias? Su precio era muy elevado. Por eso, este invento, surgió, entre otras cosas, como solución al gasto que suponía el comprar yogures.
Solamente con la compra de un yogur, se podían obtener hasta 6 u 8 más. ¡Todo un invento!, pero debido a la cultura social en la que nos movemos, preferimos tener todo listo, no pararnos a hacer nada, incluida la comida, de ahí el auge de cientos de locales de comida rápida, la venta de comida totalmente precocinada y lista para calentar disponible en grandes superficies comerciales, etc., etc. y aquí, englobamos los yogures. Pensamos que es más cómodo comprarlo hecho que hacerlo nosotros mismos, ya tenemos esa cultura inculcada a fuego. Pero en este caso, como en muchos otros, puede que nos equivoquemos, porque, aparte del ahorro que nos supone, podremos comer yogures libres de conservantes innecesarios, por lo tanto, más sanos. Además, podremos elaborarlos del sabor que más nos guste, como de fresa, chocolate, con trocitos de frutas, de soja, griego, etc. Para gustos “yogures”. Y una cosa en la que no reparamos y es muy importante para el medio ambiente, el ahorro que supone en utilizar envases desechables.
Hoy día son muchos los modelos de yogurteras disponibles en el mercado. Su precio no suele ser muy elevado y en poco tiempo lo habremos amortizado con la elaboración de nuestros deliciosos yogures.
Aún recuerdo cuando era pequeño cómo mi madre nos hacía yogures con la yogurtera, ¡nos parecía pura magia! Pensaba… ¿cómo sale de ahí el yogur?, ¿no os habéis hecho nunca esa pregunta?, ¿conocéis en qué se basa su funcionamiento?
Este es muy sencillo. Lo primero que debemos hacer es la mezcla de ingredientes que van a formar nuestros yogures. La variedad es muy amplia, pero hay dos que NUNCA pueden faltar, la leche, que podemos usar cualquiera de la que venden hoy día, ya sea desnatada, semidesnatada, entera, de soja, etc. y el fermento, que podemos comprarlo preparado o bien podemos utilizar, solo la primera vez que los elaboremos, el que trae un yogur comercial. El resto de veces podremos usar el nuestro propio acordándonos de renovarlo con un nuevo yogur cada 6-8 ciclos aproximadamente. Esta última, es la opción más económica. Una vez elaborada nuestra mezcla, llenamos los frasquitos de cristal, bien los que entran con la yogurtera, o aquellos que tengamos en casa y que nos puedan servir.
Debemos comprobar que entran perfectamente en el interior del aparato dejándolos, al menos, durante 10-12 horas. El calor que genera la yogurtera hará que el proceso de fermentación sea exitoso. Ahora bien, este tiempo puede variar dependiendo del modelo que tengamos y del tipo de yogur que vayamos a hacer. Lo que hay que tener en cuenta es que los frasquitos siempre deben estar perfectamente esterilizados antes de llenarlos con la mezcla.
Pero… en otra ocasión haremos yogures de esta manera y explicaremos todo el proceso para que veáis que la yogurtera tiene muchas posibilidades.
Bibliografía o fuentes de información:
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- Documental: El paraíso de Hafner, dirigido por Günter Schwaiger.
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4 Comments
Marga
Jolines, todos los que nos hacia mi madre…. ¡Y nos encantaban! ¡Qué recuerdos!
Irene
La de yogures que hice con este chisme!!!! Todas las semanas! La verdad que salían ricos, je! Y si los echaba de sabor porque no quedaba otro, salían con un toquecito, jajajajaja
Joan
Me encanto el post
Sr. Comilón
Gracias por visitar nuestra cocina. Un saludo de el Sr. Comilón.