Caramelos de Eucalipto y miel
© El Platillo Comilón
INGREDIENTES:
- 100 ml de agua infusionada con hojas de Eucalipto
- 200 g de azúcar
- 60 g de miel de Eucalipto
* Para hacer el agua infusionada
- Un litro de agua
- 8 hojas de Eucalipto
* Material necesario para hacer nuestros caramelos
- Moldes de silicona con cavidades no muy grandes: debemos untarlos previamente con aceite vegetal para que el caramelo no se adhiera y nos facilite desmoldarlo.
ELABORACIÓN:
Al chupar un caramelo mantenemos la boca constantemente húmeda e hidratada, favoreciendo así la disminución de síntomas como la afonía, malestar, irritación y boca seca. A esto hay que añadirle las propiedades antisépticas de la planta que usemos para su elaboración, en este caso el Eucalipto, ideal para suavizar y calmar el dolor de garganta ante procesos inflamatorios.
Las hojas del Eucalipto, además de ser ricas en antioxidantes, presentan un aceite esencial de carácter antimicrobiano con innumerables propiedades como la eliminación o disminución de ciertas afecciones respiratorias y de garganta, mejorando en muchos casos la tos, inflamación y dolor.
La receta de caramelos de Eucalipto y miel que os presentamos hoy es muy sencilla, basta con tener todos los ingredientes necesarios preparados y ponernos manos a la obra.
En un cazo de cocina ponemos un litro de agua junto con 8 hojas secas de Eucalipto y lo llevamos a ebullición a fuego medio. Contaremos, desde que rompe a hervir el agua, entre 3 y 5 minutos, lo retiramos del fuego y dejamos templar tapado, favoreciendo así su infusión. Podemos dejarla reposar unas horas o incluso hacerla de un día para otro. Reservamos.
En un cazo de cocina distinto ponemos 100 mililitros del agua que habíamos infusionado anteriormente, 200 gramos de azúcar blanca y 60 gramos de miel también de Eucalipto y llevamos a ebullición a fuego medio y sin parar de remover con ayuda de una cuchara, evitando en todo momento que se nos queme o adhiera al fondo.
Para saber cómo se hace caramelo líquido, pasa por mi sección: Técnicas de cocina.
Es muy fácil saber si el caramelo ha conseguido el punto deseado o no; basta con echar unas gotas en un vaso con agua del grifo y si estas se solidifican inmediatamente, retiramos del fuego y vertemos el contenido sobre los moldes de silicona donde queremos hacerlos. Debemos untarlos previamente con aceite vegetal para que el caramelo no se adhiera y nos facilite desmoldarlo.
Antes de degustar un caramelo, dejaremos que reposen unas horas hasta que se solidifiquen y se enfríen por completo. Podemos meter los moldes en el frigorífico y dejar enfriar más rápido.
Para desmoldar y conservar los caramelos evitando que se peguen entre sí, podremos hacer dos cosas:
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- espolvorearlos ligeramente con azúcar glas y guardarlos en un recipiente seco y hermético.
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- envolverlos uno a uno en papel de horno o bien en un papel especial que venden para tal fin y queden bonitos.
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¡Están deliciosos!
NOTAS:
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- los caramelos que obtenemos con esta receta no presentan un potente sabor a Eucalipto, son más bien suaves. Si queremos un sabor más potente podemos conseguirlo añadiendo en la elaboración 4 o 5 gotas de aceite de Eucalipto y/o menta y en la infusión del agua hojas de menta.
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- podemos añadir tintes comestibles en la mezcla si queremos que los caramelos tengan algún color en concreto.
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- podemos añadir a la mezcla unas gotas de zumo de limón colado para darle un toque de sabor cítrico.
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- para evitar quemaduras queda totalmente PROHIBIDO probar y/o tocar un caramelo hasta que no se enfríe por completo.
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2 Comments
miki
Riquísimos!!!
Tienen una pinta muy buena
ana
Doy fe de que es el mejor caramelo que he comido, un delicia para el paladar